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Archivo mensual: junio 2018

 

 

La humanidad camina hacia la destrucción de nuestro planeta, si no ponemos remedio a la contaminación.

 Hace tiempo  escribí un artículo hablando de la tecnología, la ciencia y la medicina contemporánea. Efectivamente nos lleva a aumentar la longevidad y el bienestar de la humanidad, pero todo esto tiene una doble vertiente. Con la tecnología y el anarquismo de algunos países muy poderosos, se está destruyendo el medio en el que vivimos, contaminado todo el planeta.

Esos tres o cuatro países, que son los más ricos y poderosos, en lugar de colaborar con el resto de países, que luchamos contra las emisiones que destruyen y contaminan el mundo, son los que más contaminan con sus enormes industrias. Se ríen del resto del mundo, sin querer admitir que, para ellos, también llegarán las terribles consecuencias del cambio climático.

Se están produciendo unos cambios tan bruscos, como desconocidos, que los nacidos jamás conocimos. Por lo menos en los últimos 100 años, nunca hubo estas hecatombes de destrucción. En aquellos tiempos, en Asturias, llovía casi todos los días. Había mucha agua, grandes nevadas y fuentes por todas partes, pero no estos tremendos problemas que padecemos en la actualidad, con enormes inundaciones y tormentas en unos lados, y con sequías y terroríficos incendios en otros, donde dichos incendios  mataron a muchas personas destruyendo casas y fincas y sembrando el terror en el resto de  poblaciones cercanas.

Los investigadores y científicos creen que si no ponemos remedio a tanta contaminación, en los próximos 50 años, subirán las temperaturas varios grados, por lo que  nos veremos invadidos por un montón de enfermedades tropicales, transmitidas por los mosquitos y por las mismas personas que sean contaminadas, además de por los animales, y sobre todo, por los ratones que hay por todo el mundo. El mayor problema será, para las zonas más cálidas.

Las enfermedades entre otras muchas más, podrían ser las que se describen a continuación:

El ebola

Malaria

DengueFiebre amarilla                   

Fiebre de lassa

Fiebre marburg

Fiebre chikungunya

La polio y el coronavirus.

La peste negra

Todas estas enfermedades, según los científicos, no se han erradicado, siguen por muchas partes del mundo.

La peste negra, transmitida a los humanos por las ratas en 1.914, mató a más de 50 millones de seres humanos, en todo el mundo. Fue una tremenda catástrofe.

Se dice que dentro de 50 años, será de terror el tener que elegir a los que van a morir, o vivir, porque no habrá posibilidad de atender a todos los enfermos, por no haber medios suficientes. Ni siquiera existirán vacunas para tantas enfermedades temibles. Los hospitales estarían colapsados y la gente se moriría en la misma calle. Debemos evitar tanta contaminación porque, según las predicciones, aún estamos a tiempo de poner remedio a lo que sería un desastre mundial. Todo esto no es para asustarse, pero sí para que no nos olvidemos de lo que podría pasar. Si todos colaboramos con el medio ambiente, lo podríamos evitar, para dejar un mundo mejor a nuestros sucesores.

Todos los gobiernos del mundo deben colaborar, pero también los ciudadanos tenemos la obligación de mantener limpios los campos, los ríos y los mares. Sin basuras. Mucha limpieza en la higiene personal. Buena limpieza en las casas y establos. No formar basureros que es donde se crían las ratas, mosquitos y otros insectos que nos invaden. Enseñar a los niños a no tirar basuras en el suelo. Si todos cumplimos y respetamos a las cosas y a las personas, conseguiremos hacer un mundo mejor, porque bien lo necesitamos. No podemos olvidar, que la buena educación a nuestros niños, será su bienestar del mañana, porque ellos serán los papás del futuro y los que gobernarán el mundo.

Está probado que hemos evolucionado mucho en un montón de cosas, pero hay un retroceso, en otras cosas fundamentales.

Una prueba de lo que supone el aumento de temperatura, la pude observar con claridad el año pasado, en el que no llovió casi nada y  hubo mucha sequía. Los mosquitos llamados de avión que nos pican, los hubo el año pasado hasta en el invierno. No se murieron por no haber frío. En cambio, este año no los hay en esta fecha, a 20 de Junio, que es cuando escribo este párrafo. Hace 50 años, no existían ni los mosquitos, ni la cantidad de plagas que hoy nos invaden. Recuerdo muy bien cuando conocí a los mosquitos en León, donde me picaron por primera vez. En Asturias llegaron mucho más tarde,  porque el clima era mucho más frío. Increíble, pero cierto. Todo esto nos enseña lo importante de los buenos veranos, pero también lo importante que es el frío en los inviernos. Por eso se dice desde siempre, año de nieves, año de bienes.

Otro tema, es la forma de producir los productos comestibles para los humanos y para los animales. Hasta en la cultura hay un notable cambio, muchas veces para el retroceso, porque en muchos casos, no se respeta a las cosas, ni a las personas.

No podemos olvidar que nuestros campos están invadidos de plagas, que destrozan nuestras cosechas, nuestras frutas.

Por ese motivo  se emplean gran cantidad de insecticidas tóxicos para la salud de los humanos y de los animales.

El problema de la alimentación, se agudizó por la invasión de esas plagas del campo que, poco a poco, fueron invadiendo el medio,

Para poder producir hay que sulfatar los cereales, las frutas, las verduras, los viñedos, todo con esos  malos productos.  

Otro grave problema es el cambio en la alimentación. Van desapareciendo las comidas caseras, con productos naturales del campo, sin sulfatos, ni productos nocivos para la salud.

Cuando nos criamos los de mi generación, no existían estos serios problemas de alimentación. Aunque era escasa la comida y se pasó hambre, la comida era buena.  A medida que pasaba el tiempo, fueron apareciendo diversos insectos, el mosquito avión que pica, el escarabajo de las patas, el pulgón y las enfermedades de los árboles frutales, y hasta de los árboles madereros. Los castaños tienen una enfermedad que poco a poco, los destruye.

Tanto cambiaron las cosas, que ni el pan es como el de aquellos tiempos. Las manzanas, castañas y patatas asturianas, entre otros productos más, son incomparables por su excelente sabor y buena calidad.

Está probado que cada región tiene productos especiales. Por ejemplo: el cordero de Burgos es incomparable. Una carne exquisita y un sabor excelente. Tengo que decir en honor a la verdad, que los 2 o 3 corderos que se crían en nuestra finca, son muy buenos, pero no de la categoría de los de Burgos, a pesar de criarse en los pastos de nuestra pomarada que son  ecológicos. Alimentados con buena hierba, algo de cebada y maíz, manzanas y peras que caen en cantidad, ya que nosotros no sulfatamos. Aunque se pierde la mitad de la producción, toda la fruta de nuestra pomarada es 100% ecológica y con un excelente sabor.

Un saludo.

Arsenio Fernández.

 

Yo sí estaba en el Planeta en 1.936.

Escribo este artículo por dos razones:

Una, para dar  respuesta a Alfonso Uruñela, de Avilés, a la pregunta que plantea  en su artículo, de la Nueva España del día 29 de mayo del 2018. Dice, entre otras cosas, que solo falta la chispa para prender la mecha, en el grave problema de Cataluña.  Se observa cómo, día a día, van empeorando progresivamente en los debates, los malos modos, el odio latente entre los distintos oponentes, y cómo van aumentando  en las calles los episodios de violencia.

Como él no estaba en el Planeta en esas fechas, pregunta si al comienzo de la Guerra civil Española,  habría algún Español que se imaginase lo que nos venía encima.

La respuesta es no. Lo que ha ocurrido, fue tan duro y disparatado que casi no lo creemos, los que lo hemos visto. Nos tocó de todo, miedo terrorífico, hambre, pobreza y esclavitud, muerte y desolación.

La otra razón es  mostrar un poco, lo mal que lo pasamos todo el pueblo Español. Es imposible describir con palabras lo ocurrido. En algunos casos murieron padres e hijos, quedando las casas vacías. En otros,  madres viudas y desamparadas, con sus hijos muy pequeños “muertos de hambre”. Hombres jóvenes y mayores sin piernas ni brazos, cuerpos desechos por el campo. Destrucción de pueblos y ciudades con su gente. Puentes y carreteras destrozadas.

Después de tanto horror, a nadie se le ocurrió hablar de Guerra, en más de 50 años. Las guerras son crueles y lo destruyen todo, son malas hasta para el que las gana.

Por eso hay que desterrar de la faz de la tierra, al fanatismo, al odio y la envidia. Estas tres cosas son la peor enfermedad que un ser humano pueda padecer. Amargan y destruyen a las personas que  lo padecen. Una de las cosas muy buenas para todas las personas, es el pensar en ayudar a sus semejantes. Pensar siempre en positivo y evitar los malos pensamientos.

¡¡¡¡Haz las paces con tu pasado, para que no arruine tu presente!!!!

Este tema de la reflexión y lucha por la supervivencia, lo dominamos muy bien algunas de las personas que, como yo, sufrimos graves problemas por los accidentes y duras adversidades que la vida nos presentó. Claro está, que todos no pueden con tanta lucha, por eso después de mi experiencia, me gusta informar a la gente de que si se pone arte y fuerza de voluntad, es posible salir del precipicio en el que algunas veces nos encontramos, sin ver la salida.

¿Qué sería de mi vida si no hubiera aprendido a dominar mi torpe cerebro? Aturdido por la pérdida de mis manos, en aquel tiempo de mi juventud y con solo 20 años; con una escasa cultura y sin conocer más mundo que el de mi pueblo en la aldea, era imposible imaginar lo que una persona puede conseguir, cuando emplea su inteligencia con serenidad y para el bien. No solo para resolver su problema, también para resolver los de los demás. Todos aprendemos unos de otros. Eso es lo que hice toda mi vida, ayudar con mis técnicas y mis charlas, a recuperar esos ánimos tan necesarios para poder trabajar y sentirse libre en el mundo.

La Universidad de la vida es importantísima, si la empleamos para el bien. “Haz bien y no mires a quien”. Esto lo aprendí muy bien de mi padre, a quien siempre le gustó trabajar y ayudar a la gente. Algunos vecinos y compañeros de trabajo de él, me dijeron muchas veces: “¿Qué padre tienes Arsenio?, es un modelo de hombre, trabajador al máximo, muy buena persona y considerado uno de los mejores mineros de Asturias.”

La mejor forma de librarse del sufrimiento es conformase con lo que nos toca, no pensar en el pasado porque  “agua pasada, no muele el molino”. Ni pensar demasiado en el futuro, porque no sabemos cómo va ser. Y en cuanto al presente, llevarlo con mucha paciencia y sin precipitarse demasiado, sin prisa, pero sin pausa. Pensar que si ayer sufriste por el mismo problema y no resolviste nada, ¿por qué vas a sufrir hoy por lo mismo? Es una forma de evadirse de los sufrimientos y resolverlos con más facilidad.

¡Que Dios nos libre de vernos en otra contienda como la Guerra civil, donde lucharon pueblos, contra pueblos y familias, contra  familias. Fue de terror lo que sufría todo el pueblo Español! Por ese motivo debemos olvidar para no tener rencor. Mi padre nos enseñó, entre otras muchas cosas más, a que nunca nos metiéramos en política, ni en la vida de los demás. Lo nuestro es el trabajo, del que tenemos que vivir. La política es para los que viven de ella. Así lo hicimos los 14 hermanos, que juntos nos criamos. Nunca despreciamos a nadie por su forma de pensar, tenemos amigos socialistas, del PP, o comunistas. Unos por vecinos y otros por compañeros de trabajo. Por suerte, la inmensa mayoría son buena gente. La que sale mala es su problema. La vida es dura haciendo las cosas bien, pero puede serlo mucho más, siendo retorcidos.

Un saludo

Arsenio Fernández García.