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Archivo diario: 20 junio, 2018

 

Yo sí estaba en el Planeta en 1.936.

Escribo este artículo por dos razones:

Una, para dar  respuesta a Alfonso Uruñela, de Avilés, a la pregunta que plantea  en su artículo, de la Nueva España del día 29 de mayo del 2018. Dice, entre otras cosas, que solo falta la chispa para prender la mecha, en el grave problema de Cataluña.  Se observa cómo, día a día, van empeorando progresivamente en los debates, los malos modos, el odio latente entre los distintos oponentes, y cómo van aumentando  en las calles los episodios de violencia.

Como él no estaba en el Planeta en esas fechas, pregunta si al comienzo de la Guerra civil Española,  habría algún Español que se imaginase lo que nos venía encima.

La respuesta es no. Lo que ha ocurrido, fue tan duro y disparatado que casi no lo creemos, los que lo hemos visto. Nos tocó de todo, miedo terrorífico, hambre, pobreza y esclavitud, muerte y desolación.

La otra razón es  mostrar un poco, lo mal que lo pasamos todo el pueblo Español. Es imposible describir con palabras lo ocurrido. En algunos casos murieron padres e hijos, quedando las casas vacías. En otros,  madres viudas y desamparadas, con sus hijos muy pequeños “muertos de hambre”. Hombres jóvenes y mayores sin piernas ni brazos, cuerpos desechos por el campo. Destrucción de pueblos y ciudades con su gente. Puentes y carreteras destrozadas.

Después de tanto horror, a nadie se le ocurrió hablar de Guerra, en más de 50 años. Las guerras son crueles y lo destruyen todo, son malas hasta para el que las gana.

Por eso hay que desterrar de la faz de la tierra, al fanatismo, al odio y la envidia. Estas tres cosas son la peor enfermedad que un ser humano pueda padecer. Amargan y destruyen a las personas que  lo padecen. Una de las cosas muy buenas para todas las personas, es el pensar en ayudar a sus semejantes. Pensar siempre en positivo y evitar los malos pensamientos.

¡¡¡¡Haz las paces con tu pasado, para que no arruine tu presente!!!!

Este tema de la reflexión y lucha por la supervivencia, lo dominamos muy bien algunas de las personas que, como yo, sufrimos graves problemas por los accidentes y duras adversidades que la vida nos presentó. Claro está, que todos no pueden con tanta lucha, por eso después de mi experiencia, me gusta informar a la gente de que si se pone arte y fuerza de voluntad, es posible salir del precipicio en el que algunas veces nos encontramos, sin ver la salida.

¿Qué sería de mi vida si no hubiera aprendido a dominar mi torpe cerebro? Aturdido por la pérdida de mis manos, en aquel tiempo de mi juventud y con solo 20 años; con una escasa cultura y sin conocer más mundo que el de mi pueblo en la aldea, era imposible imaginar lo que una persona puede conseguir, cuando emplea su inteligencia con serenidad y para el bien. No solo para resolver su problema, también para resolver los de los demás. Todos aprendemos unos de otros. Eso es lo que hice toda mi vida, ayudar con mis técnicas y mis charlas, a recuperar esos ánimos tan necesarios para poder trabajar y sentirse libre en el mundo.

La Universidad de la vida es importantísima, si la empleamos para el bien. “Haz bien y no mires a quien”. Esto lo aprendí muy bien de mi padre, a quien siempre le gustó trabajar y ayudar a la gente. Algunos vecinos y compañeros de trabajo de él, me dijeron muchas veces: “¿Qué padre tienes Arsenio?, es un modelo de hombre, trabajador al máximo, muy buena persona y considerado uno de los mejores mineros de Asturias.”

La mejor forma de librarse del sufrimiento es conformase con lo que nos toca, no pensar en el pasado porque  “agua pasada, no muele el molino”. Ni pensar demasiado en el futuro, porque no sabemos cómo va ser. Y en cuanto al presente, llevarlo con mucha paciencia y sin precipitarse demasiado, sin prisa, pero sin pausa. Pensar que si ayer sufriste por el mismo problema y no resolviste nada, ¿por qué vas a sufrir hoy por lo mismo? Es una forma de evadirse de los sufrimientos y resolverlos con más facilidad.

¡Que Dios nos libre de vernos en otra contienda como la Guerra civil, donde lucharon pueblos, contra pueblos y familias, contra  familias. Fue de terror lo que sufría todo el pueblo Español! Por ese motivo debemos olvidar para no tener rencor. Mi padre nos enseñó, entre otras muchas cosas más, a que nunca nos metiéramos en política, ni en la vida de los demás. Lo nuestro es el trabajo, del que tenemos que vivir. La política es para los que viven de ella. Así lo hicimos los 14 hermanos, que juntos nos criamos. Nunca despreciamos a nadie por su forma de pensar, tenemos amigos socialistas, del PP, o comunistas. Unos por vecinos y otros por compañeros de trabajo. Por suerte, la inmensa mayoría son buena gente. La que sale mala es su problema. La vida es dura haciendo las cosas bien, pero puede serlo mucho más, siendo retorcidos.

Un saludo

Arsenio Fernández García.