Hay por el mundo mucha gente solidaria
A pesar de los tiempos que corren, sigue habiendo gente buena y cumplidora, que colabora y ayuda desinteresadamente ¡y es tan importante colaborar con nuestros semejantes! Nunca se sabe cuándo vamos a necesitar los unos, de los otros. La vida es muy compleja y todos, en alguna ocasión, nos hemos visto en apuros, necesitando ayuda de otra persona.
Un ejemplo de esto, fue el día 12 de marzo pasado. Tuve una revisión de la vista en “los Vega” en Oviedo, donde me la revisaron y graduaron con una precisión digna de recordar. Son profesionales que luchan por el bienestar de sus pacientes, lo que considero muy importante. Con frecuencia voy a esas revisiones y siempre me atienden muy bien. Todo está muy organizado y son muy amables.
A continuación y nada más salir de la consulta, en la Óptica Principal, al lado mismo de la clínica, encargué unas gafas, de acuerdo con la graduación que me había dado el oftalmólogo. Les comenté que eran de una necesidad importante, ya que llevaba mucho tiempo esperando por la vez, para revisar la vista.
Si la chica que nos atendió a mi hija Mónica y a mí, fue muy atenta y profesional, no menos lo fue el Sr. que, una semana después, cuando llamé para saber de las gafas, me atendió. Su actuación es digna de comentar: Dijo que no habían llegado las gafas todavía y que suponía que llegarían al otro día. Yo, por mi parte, le respondí que tenía mucha necesidad de ellas, pues aparte de dedicarme a escribir, teníamos el añadido de estar sufriendo el confinamiento, encerrados en casa, debido a esta preocupante y peligrosa pandemia. Le pedí que, por favor, me facilitara la cuenta del banco, para pagar las gafas, realizando una transferencia online y que posteriormente me las enviara a mi domicilio, en vista de no saber cuándo podríamos ir a buscarlas.
Cuando mi hija Mónica lo llamó para pedirle el correo electrónico, para que le llegara la confirmación de la citada transferencia, el Sr. le dijo: “ya se las he enviado a su padre, las recibirá mañana. Hablé con él y enseguida entendí lo mucho que las necesitaba. Vi que no habría problema por enviárselas de inmediato, evitándole así alargar la espera.”
¡Es la solidaridad de las personas, la que nos hace seguir adelante y evolucionar! Este gran profesional, sin conocernos, confió en nosotros. Quizás por ver mi blog (yo le había hablado de él) quizás por nuestra conversación telefónica. Puede que sepa que, generalmente, los de las generaciones antiguas, somos gente firme y seria, que jamás fallamos a nuestros principios. Mientras que haya mundo, siempre habrá gente buena y honesta que, con su palabra, cumple lo pactado, como se hizo siempre.
¡Un cordial saludo y muchas gracias!
Arsenio Fernández.
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