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El  19 de marzo del 2.016, se cumplieron 61 años de un día que yo nunca olvidare. En aquel lejano día 19 de marzo de 1.954, precisamente unos meses antes de perder mis manos. Día de fiesta alegre y soleado. Mi hermano Constante y yo trabajamos toda la mañana en una de las fincas en la preparación de la siembra de las patatas, para celebrar la fiesta después de comer con toda la familia. Como era normal en aquellos tiempos, la única diversión era ir al baile los domingos o días de fiesta, a uno de los pueblos de la zona, La Cerezal, La Cascayera,  de nuestro valle, o a pueblos más lejanos del Concejo de Laviana, como Los Fornos, Corián, o Las Quintanas de Villoria. Nuestro recorrido para pasar aquellos valles del concejo de Laviana, era por las montañas del cordal, ya que todavía no había carretera.

Aquella tarde salimos de casa a las 6  sin haber pensado a qué baile iríamos. Cuando llegamos al cruce de caminos en la Muezca de La Bobia, tuvimos que decidir el camino.

-¿Qué camino escogemos? dijo mi hermano Constante.

-El que quieras le dije: sacó una perrona del bolsillo, entonces no había monederos, la tiró arriba y dijo:

-Pide.

-Cara, para La Cerezal, y cruz para nuestro valle le dije.

Salió cara y emprendimos el camino hasta la Cerezal. Llegamos y contemplamos un poco el baile. Entramos al bar y tomamos un vino. Salimos de nuevo al baile y sacamos a bailar a una pareja. Como es normal, él bailó con la más joven, por se  de su edad, yo con la otra. Al terminar el baile cada uno se fue por su lado. Al empezar de nuevo la acordeón, fuimos a bailar con ellas. Los dos simpatizamos y quedamos de ir a verlas a casa. En aquellos tiempos no se llevaba bailar todo seguido con la chica y para cortejar era en la casa, ya de noche. Las chicas iban en un grupo para casa y nosotros un poco más tarde a llamar a su puerta.

Al empezar el noviazgo se cortejaba a la puerta de su casa, ella dentro y el chico afuera, ya que las puertas eran cortadas por el medio. “Puertas de cuartaron” se llamaban.

La moza que mi hermano acompañó sería su única novia. Después de 2 años se casaron, Enedina fue su gran compañera, buena esposa y la madre de sus dos hijos. Nunca se separó de ella, hasta que la muerte se lo llevó con solo 27 años en accidente de mina, cuando los dos niños eran muy pequeños.

La otra chica y yo cortejamos solo unos meses, mi padre me prohibió cortejarla,  dijo que aquella chica no era la que yo merecía. Nuca supe porque razón no la quiso, tuve que dejarla para evitar disgustos a mis padres.

Lo que la vida nos presenta algunas veces es sorprendente.

Alejandro el otro chico que también perdió las manos y un ojo el mismo día, aunque en distinto accidente, tenía una niña de 5 años con su novia y no las quiso reconocer nunca más, a pesar de que su novia lo quería de verdad. Eso me dijo ella misma, y rogando que la ayudara haber si lo convencía para que diera nombre a su hija y siguiera con las dos. Llorando como una niña me dijo que lo quería aunque ya no tuviera manos y que lo ayudaría en todo lo que pudiera. Era una buena persona, además de valiente para admitirlo en aquellas condiciones. Pero Alejandro perdió toda la ilusión y hasta las ganas de vivir, estaba destrozado y no quería más que desaparecer. Por eso me invito a  que los dos juntos nos suicidarnos poniéndonos al tren.

La diferencia es notable. En cambio la novia que yo tenía me dejo y sin explicaciones.

Había unos meses acompañaba a una joven muy bonita y buena persona. Los dos estábamos muy ilusionados, y los padres muy contentos de que yo fuera el novio de su hija. Lo mismo mis padres que mis hermanos, éramos una familia muy apreciada por ser muy trabajadores y formales. 14 hermanos 7 chicas y 7 varones, todos a cual mejor decían los vecinos. Cuando van a trabajar a una finca presta ver ese rebaño de jóvenes trabajar con un arte impresionante, siempre muy unidos y con una gracia excelente.

Todo iba muy bien con la chica y su familia, eran buena gente y conocida de toda la vida, de un pueblo cercano al nuestro. Pero cuan do el demonio anda suelto las cosas se tuercen, decía mi abuela. Llego la desgracia. A los dos meses de acompañarla perdí las dos manos en aquel terrorífico accidente con una explosión de dinamita.

Hospitalizado en el Sanatorio Adaro de Sama de Langreo, y en la misma habitación donde estaba Alejandro Antuña Pandal, que horas antes perdió las dos manos y un ojo. Fue un accidente que dejo aterroriza a la gente de toda la comarca. Por aquella habitación paso multitud de gente a visitarnos, pero ni la chica que yo cortejaba ni sus familia llegaron a verme.

Yo siempre entendí que no me quisieran, después de perder las manos, y lo normal sería que no la dejaran seguir con migo, pero otra cosa es el no visitarme, ya que tanto me apreciaban hasta esa fecha. Desde luego que yo desde el primer momento y acordándome de ella porque la quería mucho, y ella a mí, y lo digo con todo mi corazón, había pensado decirle:  muchas gracias por venir, siento mucho lo ocurrido pero ya no podemos seguir, eres muy joven y bonita, tienes que olvidarte de mí porque ya no te puedo ofrecer nada. Adónde voy a ir sin manos. Por favor olvídate de todo, échate un novio, así te será más fácil olvidarte y no sufrirás, no puedes asociarte a mí dolor, mi vida está destrozada, ni siquiera puedo saber cómo será mi destino, ya ves que no puedo ni comer, y mucho menos trabajar para ganarme la vida. Pero su visita nunca llego.

Pasaron 40 años sin vernos, una maña cuando mi esposa y yo estábamos cargando los comestibles en el coche, alado del  economato, mientras que mi esposa fue a buscar un viaje, la chica que estaba dos coches más allá, me saludo con mucha gracia. También la salude, pero pase pena por no ir a donde estaba, charlar un poco con ella y saber cómo se encontraba, por que yo sabía que ella me quería. El problema de no ir a verme fue de sus padres, eso me lo dijo más tarde una de sus primas. Nunca más nos veríamos, pasaron unos años más y se murió. Así son las cosas y así las hay que soportar.

No fueron ellos solos los que me despreciaron por lo de las manos. En aquellos tiempos un hombre sin manos era considerado, ”un tirado en la cuneta” que ya no servirá nunca para nada. Por desgracia la mayoría de las veces era cierto, pocos conseguían el recuperarse, pero como todos no somos iguales, hay gente luchadora y capaz de sobre vivir aunque sea sin manos. Desde luego que es muy difícil el salir adelante. Aparte de la perdida que ya es de terror, el trauma que se sufre mental mente es insoportable y muy difícil de combatir. En mi caso fueron vencidos todos estos problemas y lo supere, trabajando sin descaso y con la ilusión de vencer y volver a ser  aquel hombre trabajador que era cuando tenía manos. La moral, y la fuerza de voluntad es la que me llevo a vencer, por ese motivo aconsejo al que padezca algún trauma, que sea valiente y no se deje vencer por el miedo, hay que luchar, vencer los problemas para no quedarse tirado en esa cuneta que la gente comentaba con frecuencia, y convencidos de que ya no había remedio. Pues no es verdad, aquí tenemos la prueba de lo que supone el aguantar y vencer las adversidades que tan duras son muchas veces.

Es fundamental vencer el miedo al porvenir, y no se crear problemas antes de que lleguen, es necesario sentirse fuerte y seguro de sí mismo. Hay personas que se pasan la vida sumidas en el miedo y eso es lo que hay que eliminar. Una forma de liberarse de esos malos pensamientos que te amargan la vida, es  el pensar que si ayer sufriste por lo mismo y no fue verdad, ¿porque vas a sufrir hoy o mañana por lo que no existe? Mientras que el problema no exista, nada hay que temer, y cuando llega hay que enfrentarse a él y combatirlo, aunque nos parezca imposible, por que la vida sigue.

Muchas veces las personas desconocemos nuestra fortaleza, nuestra capacidad para resolver o combatir los duros problemas, que se nos presentan de la noche a la mañana. Todo esto nos lo enseña la experiencia y el correr de los años. Cuando ocurre una desgracia, por ejemplo  a otra persona, nos aterroriza, nos mete miedo hasta pensarlo, pero cuando nos surge a nosotros, es cuando empleamos la inteligencia al máximo y sacamos las fuerzas necesarias para luchar contra el problema. Está muy claro que desconocemos lo que somos capaces de soportar, hasta que la vida nos pone a prueba, así que nada de miedo, sino fortaleza y seguridad en uno mismo, porque el mundo no está preparado para los débiles.

Cada vez que acompañaba una chica, muy pronto se lo prohibían, pero alguno más tarde, le cayó un “randa” para su hija, la que tuvo que separase. El padre que fue el que le prohibió estar con migo, dijo: que bien estarías hija, con ese hombre al que echamos. Resulto un buen trabajador y muy buena persona, más activo que un rayo. Hasta la familia de su mujer lo aprecian mucho por que es muy serio y con mucha energía para todo. ¿Qué peña, nos hemos equivocado? ese hombre se recupero y es un valiente empresario, además de estudiar y ser inventor. Es impresionante lo que revoluciono su vida. Hay que ver que perdió las manos con 20 años y lucho para inventar y fabricar sus propias manos, unas prótesis con las que trabaja de todo y por si eso fuera poco las fabrica para otros porque perece ser que no existen ningunas que sirvan para uno sin las dos manos, y las de él son  especiales y muy resistentes. Ese hombre trabaja con ellas como si las tuviera de carne y hueso y está considerado como se merece, un gran hombre y con una inteligencia excepcional.

No la hagas y no la temas, decían los mayores de mi pueblo. Todo lo que aquel hombre hablo en mi contra, despreciando mi persona, más tarde cambio de tercio y  todo fueron ovaciones, me lo contó una persona de su misma familia y con todo detalle.

-No te lo pierdas Arsenio, me dijo: eso fue como un castigo por hablar mal. No te puedes imaginar lo que ese hombre sufrió por ver que su hija se tuvo que separar, le salió “rana” el marido, mientras que contigo viviría muy feliz, así lo decía su propio padre.

El que no me haya querido para su hija, lo considere normal, lo que no admito son esas tonterías que algunos dijeron para disculparse de su rechazo, las cosas son como son y no hay porque cambiarlas.

Puedo decir con toda la honradez y por mi honor, que no salí de casa a ningún baile ni intente cortejar a ninguna chica, hasta que no me prepare y me sentí un nuevo hombre, con capacidad y medios para ser responsable y poder formar un hogar y no traicionar a nadie. Eso me lo enseño mi padre, antes del accidente.

-Arsenio, me dijo: eres hombre elegante y muy inteligente, se por tus amigos que eres muy solicitado por algunas chicas, no abuses de de ninguna, recuerda que tienes hermanas y no te gustaría para ellas un engaño. Búscate una joven de tu gusto y nunca te pesara, el vivir con honradez y seriedad, es fundamental y muy importante para no tener problemas.

Aquellos consejos de mi padre siempre los cumplí, jamás engañe a nadie, ni a las chicas ni a mis clientes, siempre les trate con cariño y sinceridad, por que además de cumplir  con mi deber, es una forma de vivir con realismo y tranquilidad. Yo creo que el caminar por la vida con esa seriedad es saludable hasta para la salud por que te da tranquilidad y dinamismos hasta para trabajar.

La mentira y la falsedad no duran  más que hasta que llega la verdad y eso no hay quien lo cambie. Si no puedes decir la verdad de algunas cosas, cállate y no hagas daño a nadie por que casi todo lo que se haga mal, más pronto que tarde se paga de alguna forma. Hay un dicho que dice: el Cielo castiga sin palo ni piedra.

Una respuesta a Diecinueve de Marzo de 1.954

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