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  1. Un comentario 19 de Marzo de 1.954

Comentario en la entrada «Diecinueve de Marzo de 1.954» está esperando tu aprobación

http://blog.arseniofernandez.es/?p=4001

Autor: jose luis magallares guzmán / juana maría santillán ovejero (IP: 85.53.39.202, 202.pool85-53-39.dynamic.orange.es)

Correo electrónico: gorrufa@gmail.com

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Comentario:

Diecinueve de Marzo de 1.954. UNA DE LAS ENTRADAS AL BLOG MÁS ÍNTIMAS Y ESTREMECEDORAS PUBLICADAS POR D. ARSENIO FERNÁNDEZ GARCÍA.

DANDO FE DE ELLO, este párrafo merece etiqueta de monumento:

perdió las manos con 20 años y luchó para inventar y fabricar sus propias manos, unas prótesis con las que trabaja de todo y  -por si eso fuera poco-  las fabrica para otros porque parece ser que no existen ningunas que sirvan para uno sin las dos manos, y las de él son  especiales y muy resistentes. Este hombre trabaja con ellas como si las tuviera de carne y hueso y está considerado como se merece, un gran hombre y con una inteligencia excepcional.

¡monumento en candás, ya!

y que el mundo entero sepa de una vez por todas de la existencia y biografía de este valiente  ex-minero / erudito / persona hecha a sí misma/  escritor / inventor  extraordinario y otras sorprendentes cualidades humanas que sabemos quienes tenemos la experiencia vital única de conocer al autor de este blog  personalmente.

Aprobarlo: http://blog.arseniofernandez.es/wp-admin/comment.php?action=approve&c=93#wpbody-content

 

Comentario del Sr. Magallares, y su esposa, de Madrid.

Muchas gracias por valorar tan positivamente, mi forma de trabajar y de colaborar con las necesidades de la vida. Después de todo lo ocurrido, creo que hice lo que tenía que hacer, porque era mi deber el solucionar mis problemas. Desde luego que no hay ninguna duda, de que acerté al escoger el camino del bien, con mucha lucha y con mucho trabajo, pero se vio el resultado.

En aquellos trágicos momentos, lo más fácil era quedar atrapado por el miedo a la misma vida, sabiendo que no podía ni comer solo. Pensado algunas veces, que mi vida estaría destrozada para siempre. Por desgracia eso es lo que ocurre la mayoría de las veces, por no poder combatir tanto dolor y angustia, por eso decidí el trabajar duro en mi rehabilitación y más adelante, en descubrir y diseñar algo para poder trabajar, poder valerme por mi solo y ganarme el pan.

En aquella habitación del 4º piso, en la Clínica Nacional del trabajo en Madrid, pensando noche y día en cómo sería mi vida en el futuro, y a pesar de tanta tristeza y dolor, fue donde escogí mi destino para el resto de mi vida. Aunque haya sido duro y con mucho trabajo, creo que la suerte me acompañó y me llevó a donde estoy, a ser uno más y defenderme como tiene que ser, trabajando y cumpliendo las normas de la vida, con agallas y seriedad.

En cambio el otro chico, desafortunadamente y como muchos más, no le dió ninguna importancia a la rehabilitación, ni a los consejos del Médico. Por mucho que le dije: “trabaja hombre, admite la razón del Director, que es quien sabe a dónde podemos llegar. No te olvides que nos dijo: si trabajáis y seguís con buena rehabilitación, podréis salir de aquí, preparados para defenderos en la vida y no depender de nadie para poder valeros por si solos”. Yo le comprendí perfectamente y aunque sufriendo lo indecible y lleno de dudas, además de con unos inmensos dolores por las manos, que ya no estaban, decidí trabajar sin descanso para hacer todo lo posible por rehabilitarme, bajo la dirección de aquel gran especialista y Director de la Clínica.

Lo cogí con tantas ganas de trabajar, que hasta hice horas extras en mi habitación, para adelantar y formarme mejor. Así, conseguí terminar la rehabilitación en solo cuatro meses, lo que fue considerado por el Director y su equipo, como caso único.

Mil gracias tengo que dar y agradecer, por los consejos de aquel excelente Médico, que fue quien me condujo por este camino del bien. Por ese motivo quiero describir en este párrafo, lo importante que es el contar con los demás. No se puede vivir al margen las cosas, hay que trabajar en equipo, sin olvidar que todos necesitamos unos de otros. Por eso siempre me ha gustado ayudar y colaborar en las cosas, porque grabé en mi mente muy bien, los consejos del Director y de mis padres, que siempre fueron excelentes personas para enseñar y trabajar en lo que fuera necesario.

La educación de los padres a los hijos, es fundamental y tan necesaria como el pan de cada día, porque una buena educación, repercutirá en esos niños, para el resto de su vida. No podemos olvidar que los humanos, nacemos desnudos e inocentes, y que vamos a comportarnos en la vida  en función de la enseñanza que nos dieron.

Todo esto que acabo de describir, es muy importante, pero como milagros no los hace nadie, muy pronto me di cuenta de que lo que me tocaba hacer a mí, nadie lo iba hacer por mí. Por lo tanto tuve que “romperme” la cabeza para solucionar mi grave problema. Sin duda la rehabilitación y los consejos fueron fundamentales y muy importantes, porque formaron parte de mi preparación, y hasta de mi escasa cultura. Pero había un serio problema: no existían materiales adecuados para poder trabajar y por ese motivo, me puse a diseñar diversos modelos de prótesis. Estaba convencido de que algún día, sacaría algo para poder trabajar y defenderme.

Por ese motivo, no paré hasta que lo conseguí, aparte de estudiar para prepararme, ya que estaba como un “venado”. La vida en aquellos tiempos, fue muy dura. Mucho trabajo, mucha hambre y una fuerte dictadura hasta en los trabajos, allá en la posguerra. Trabajar y trabajar, sin otro tipo de cultura.

Después de transcurrir más de dos años de dura lucha y de hacer siete diseños distintos y un montón de pruebas, me quedé con el modelo que llevo, por ser el mejor y más resistente. Hasta hice un modelo con los cinco dedos para cada mano, pero resultó muy difícil el conseguir que funcionaran las articulaciones de cinco dedos. Aparte del montón de cables necesarios para tantas articulaciones, el volumen sería muy grande y pesado e imposible de manejar. Me costó mucha lucha, mucho trabajo y mucho tiempo, pero hoy me encuentro muy agradecido de conseguirlo y con buena salud, que también es necesaria.

Desde este artículo, quiero dar las más expresivas gracias a todas las personas que me felicitan. Unas por las redes sociales y otras personalmente.

Me sorprende mucho cómo la gente opina y valora esta historia, de distintas formas. Algunos dicen que no puede ser verdad, que un hombre sin las manos, pueda trabajar con tanta facilidad y menos hacer inventos.  Otras personas dicen que hay un hombre con una excepcional inteligencia, otros que hay un héroe, o una eminencia, y que hay que hacer un monumento.

Ni lo uno, ni lo otro. Soy un hombre como los demás, ni más, ni menos. Lo que sí es verdad, es que fui y sigo siendo un trabajador de marca, y con una fuerza de voluntad férrea. También hay que decir que la necesidad agudizó mi lucha, y mis fuerzas para luchar por una justa causa. Eso es lo que hay en esta tremenda lucha. Aunque parezca imposible, es real, porque detesto a las mentiras y a quien las dice. Cuando hablo o escribo, si no es para decir la verdad, me callo. Así fui siempre, y así lo seré mientras viva.

Yo respeto la opinión de todos, considero que a los que no me conocen, les parezca imposible, pero las cosas son como son y así las hay que decir.

Un cordial saludo para todos.

Arsenio Fernández.

El  19 de marzo del 2.016, se cumplieron 61 años de un día que yo nunca olvidare. En aquel lejano día 19 de marzo de 1.954, precisamente unos meses antes de perder mis manos. Día de fiesta alegre y soleado. Mi hermano Constante y yo trabajamos toda la mañana en una de las fincas en la preparación de la siembra de las patatas, para celebrar la fiesta después de comer con toda la familia. Como era normal en aquellos tiempos, la única diversión era ir al baile los domingos o días de fiesta, a uno de los pueblos de la zona, La Cerezal, La Cascayera,  de nuestro valle, o a pueblos más lejanos del Concejo de Laviana, como Los Fornos, Corián, o Las Quintanas de Villoria. Nuestro recorrido para pasar aquellos valles del concejo de Laviana, era por las montañas del cordal, ya que todavía no había carretera.

Aquella tarde salimos de casa a las 6  sin haber pensado a qué baile iríamos. Cuando llegamos al cruce de caminos en la Muezca de La Bobia, tuvimos que decidir el camino.

-¿Qué camino escogemos? dijo mi hermano Constante.

-El que quieras le dije: sacó una perrona del bolsillo, entonces no había monederos, la tiró arriba y dijo:

-Pide.

-Cara, para La Cerezal, y cruz para nuestro valle le dije.

Salió cara y emprendimos el camino hasta la Cerezal. Llegamos y contemplamos un poco el baile. Entramos al bar y tomamos un vino. Salimos de nuevo al baile y sacamos a bailar a una pareja. Como es normal, él bailó con la más joven, por se  de su edad, yo con la otra. Al terminar el baile cada uno se fue por su lado. Al empezar de nuevo la acordeón, fuimos a bailar con ellas. Los dos simpatizamos y quedamos de ir a verlas a casa. En aquellos tiempos no se llevaba bailar todo seguido con la chica y para cortejar era en la casa, ya de noche. Las chicas iban en un grupo para casa y nosotros un poco más tarde a llamar a su puerta.

Al empezar el noviazgo se cortejaba a la puerta de su casa, ella dentro y el chico afuera, ya que las puertas eran cortadas por el medio. “Puertas de cuartaron” se llamaban.

La moza que mi hermano acompañó sería su única novia. Después de 2 años se casaron, Enedina fue su gran compañera, buena esposa y la madre de sus dos hijos. Nunca se separó de ella, hasta que la muerte se lo llevó con solo 27 años en accidente de mina, cuando los dos niños eran muy pequeños.

La otra chica y yo cortejamos solo unos meses, mi padre me prohibió cortejarla,  dijo que aquella chica no era la que yo merecía. Nuca supe porque razón no la quiso, tuve que dejarla para evitar disgustos a mis padres.

Lo que la vida nos presenta algunas veces es sorprendente.

Alejandro el otro chico que también perdió las manos y un ojo el mismo día, aunque en distinto accidente, tenía una niña de 5 años con su novia y no las quiso reconocer nunca más, a pesar de que su novia lo quería de verdad. Eso me dijo ella misma, y rogando que la ayudara haber si lo convencía para que diera nombre a su hija y siguiera con las dos. Llorando como una niña me dijo que lo quería aunque ya no tuviera manos y que lo ayudaría en todo lo que pudiera. Era una buena persona, además de valiente para admitirlo en aquellas condiciones. Pero Alejandro perdió toda la ilusión y hasta las ganas de vivir, estaba destrozado y no quería más que desaparecer. Por eso me invito a  que los dos juntos nos suicidarnos poniéndonos al tren.

La diferencia es notable. En cambio la novia que yo tenía me dejo y sin explicaciones.

Había unos meses acompañaba a una joven muy bonita y buena persona. Los dos estábamos muy ilusionados, y los padres muy contentos de que yo fuera el novio de su hija. Lo mismo mis padres que mis hermanos, éramos una familia muy apreciada por ser muy trabajadores y formales. 14 hermanos 7 chicas y 7 varones, todos a cual mejor decían los vecinos. Cuando van a trabajar a una finca presta ver ese rebaño de jóvenes trabajar con un arte impresionante, siempre muy unidos y con una gracia excelente.

Todo iba muy bien con la chica y su familia, eran buena gente y conocida de toda la vida, de un pueblo cercano al nuestro. Pero cuan do el demonio anda suelto las cosas se tuercen, decía mi abuela. Llego la desgracia. A los dos meses de acompañarla perdí las dos manos en aquel terrorífico accidente con una explosión de dinamita.

Hospitalizado en el Sanatorio Adaro de Sama de Langreo, y en la misma habitación donde estaba Alejandro Antuña Pandal, que horas antes perdió las dos manos y un ojo. Fue un accidente que dejo aterroriza a la gente de toda la comarca. Por aquella habitación paso multitud de gente a visitarnos, pero ni la chica que yo cortejaba ni sus familia llegaron a verme.

Yo siempre entendí que no me quisieran, después de perder las manos, y lo normal sería que no la dejaran seguir con migo, pero otra cosa es el no visitarme, ya que tanto me apreciaban hasta esa fecha. Desde luego que yo desde el primer momento y acordándome de ella porque la quería mucho, y ella a mí, y lo digo con todo mi corazón, había pensado decirle:  muchas gracias por venir, siento mucho lo ocurrido pero ya no podemos seguir, eres muy joven y bonita, tienes que olvidarte de mí porque ya no te puedo ofrecer nada. Adónde voy a ir sin manos. Por favor olvídate de todo, échate un novio, así te será más fácil olvidarte y no sufrirás, no puedes asociarte a mí dolor, mi vida está destrozada, ni siquiera puedo saber cómo será mi destino, ya ves que no puedo ni comer, y mucho menos trabajar para ganarme la vida. Pero su visita nunca llego.

Pasaron 40 años sin vernos, una maña cuando mi esposa y yo estábamos cargando los comestibles en el coche, alado del  economato, mientras que mi esposa fue a buscar un viaje, la chica que estaba dos coches más allá, me saludo con mucha gracia. También la salude, pero pase pena por no ir a donde estaba, charlar un poco con ella y saber cómo se encontraba, por que yo sabía que ella me quería. El problema de no ir a verme fue de sus padres, eso me lo dijo más tarde una de sus primas. Nunca más nos veríamos, pasaron unos años más y se murió. Así son las cosas y así las hay que soportar.

No fueron ellos solos los que me despreciaron por lo de las manos. En aquellos tiempos un hombre sin manos era considerado, ”un tirado en la cuneta” que ya no servirá nunca para nada. Por desgracia la mayoría de las veces era cierto, pocos conseguían el recuperarse, pero como todos no somos iguales, hay gente luchadora y capaz de sobre vivir aunque sea sin manos. Desde luego que es muy difícil el salir adelante. Aparte de la perdida que ya es de terror, el trauma que se sufre mental mente es insoportable y muy difícil de combatir. En mi caso fueron vencidos todos estos problemas y lo supere, trabajando sin descaso y con la ilusión de vencer y volver a ser  aquel hombre trabajador que era cuando tenía manos. La moral, y la fuerza de voluntad es la que me llevo a vencer, por ese motivo aconsejo al que padezca algún trauma, que sea valiente y no se deje vencer por el miedo, hay que luchar, vencer los problemas para no quedarse tirado en esa cuneta que la gente comentaba con frecuencia, y convencidos de que ya no había remedio. Pues no es verdad, aquí tenemos la prueba de lo que supone el aguantar y vencer las adversidades que tan duras son muchas veces.

Es fundamental vencer el miedo al porvenir, y no se crear problemas antes de que lleguen, es necesario sentirse fuerte y seguro de sí mismo. Hay personas que se pasan la vida sumidas en el miedo y eso es lo que hay que eliminar. Una forma de liberarse de esos malos pensamientos que te amargan la vida, es  el pensar que si ayer sufriste por lo mismo y no fue verdad, ¿porque vas a sufrir hoy o mañana por lo que no existe? Mientras que el problema no exista, nada hay que temer, y cuando llega hay que enfrentarse a él y combatirlo, aunque nos parezca imposible, por que la vida sigue.

Muchas veces las personas desconocemos nuestra fortaleza, nuestra capacidad para resolver o combatir los duros problemas, que se nos presentan de la noche a la mañana. Todo esto nos lo enseña la experiencia y el correr de los años. Cuando ocurre una desgracia, por ejemplo  a otra persona, nos aterroriza, nos mete miedo hasta pensarlo, pero cuando nos surge a nosotros, es cuando empleamos la inteligencia al máximo y sacamos las fuerzas necesarias para luchar contra el problema. Está muy claro que desconocemos lo que somos capaces de soportar, hasta que la vida nos pone a prueba, así que nada de miedo, sino fortaleza y seguridad en uno mismo, porque el mundo no está preparado para los débiles.

Cada vez que acompañaba una chica, muy pronto se lo prohibían, pero alguno más tarde, le cayó un “randa” para su hija, la que tuvo que separase. El padre que fue el que le prohibió estar con migo, dijo: que bien estarías hija, con ese hombre al que echamos. Resulto un buen trabajador y muy buena persona, más activo que un rayo. Hasta la familia de su mujer lo aprecian mucho por que es muy serio y con mucha energía para todo. ¿Qué peña, nos hemos equivocado? ese hombre se recupero y es un valiente empresario, además de estudiar y ser inventor. Es impresionante lo que revoluciono su vida. Hay que ver que perdió las manos con 20 años y lucho para inventar y fabricar sus propias manos, unas prótesis con las que trabaja de todo y por si eso fuera poco las fabrica para otros porque perece ser que no existen ningunas que sirvan para uno sin las dos manos, y las de él son  especiales y muy resistentes. Ese hombre trabaja con ellas como si las tuviera de carne y hueso y está considerado como se merece, un gran hombre y con una inteligencia excepcional.

No la hagas y no la temas, decían los mayores de mi pueblo. Todo lo que aquel hombre hablo en mi contra, despreciando mi persona, más tarde cambio de tercio y  todo fueron ovaciones, me lo contó una persona de su misma familia y con todo detalle.

-No te lo pierdas Arsenio, me dijo: eso fue como un castigo por hablar mal. No te puedes imaginar lo que ese hombre sufrió por ver que su hija se tuvo que separar, le salió “rana” el marido, mientras que contigo viviría muy feliz, así lo decía su propio padre.

El que no me haya querido para su hija, lo considere normal, lo que no admito son esas tonterías que algunos dijeron para disculparse de su rechazo, las cosas son como son y no hay porque cambiarlas.

Puedo decir con toda la honradez y por mi honor, que no salí de casa a ningún baile ni intente cortejar a ninguna chica, hasta que no me prepare y me sentí un nuevo hombre, con capacidad y medios para ser responsable y poder formar un hogar y no traicionar a nadie. Eso me lo enseño mi padre, antes del accidente.

-Arsenio, me dijo: eres hombre elegante y muy inteligente, se por tus amigos que eres muy solicitado por algunas chicas, no abuses de de ninguna, recuerda que tienes hermanas y no te gustaría para ellas un engaño. Búscate una joven de tu gusto y nunca te pesara, el vivir con honradez y seriedad, es fundamental y muy importante para no tener problemas.

Aquellos consejos de mi padre siempre los cumplí, jamás engañe a nadie, ni a las chicas ni a mis clientes, siempre les trate con cariño y sinceridad, por que además de cumplir  con mi deber, es una forma de vivir con realismo y tranquilidad. Yo creo que el caminar por la vida con esa seriedad es saludable hasta para la salud por que te da tranquilidad y dinamismos hasta para trabajar.

La mentira y la falsedad no duran  más que hasta que llega la verdad y eso no hay quien lo cambie. Si no puedes decir la verdad de algunas cosas, cállate y no hagas daño a nadie por que casi todo lo que se haga mal, más pronto que tarde se paga de alguna forma. Hay un dicho que dice: el Cielo castiga sin palo ni piedra.

El viernes 21 de febrero del 2003 empezamos en la finca con los preparativos para la hacer los chorizos y morcillas. Allá pasamos 12 días de trabajo y otros más salteados. Lo primero fue preparar la leña para curar los chorizos, morcillas y jamones. Después limpiar las máquinas y el lugar donde se trabaja todo el samartín, así como en lugar donde  se cura todo en samartin. Lo que supone trabajo y tiempo.

Después de terminar de hacer el samartín había que cuidar el fuego unos cuantos días para mantener un calor y ahumado normal, porque también es un pequeño arte, el saber cúrralo. Lo mismo los chorizos que las morcillas  y el jamon, tienen un punto de curado que les da un gran sabor, pero que no salgan con el sabor al humo ni muy curados para que no se queden demasiado secos.

Terminado de hacer el samartin, empezamos con la restauración de la pomarada de arriba. La de abajo se quedaría para el próximo año, no pudimos con tanto trabajo. Fue un trabajo de muchos días para Mateo mi consuegro y yo. Esta plantación había empezado a secarse por tener ya cuarenta años, ya fallaban casi todos los árboles.

Los trabajos de una plantación consisten en hacer pozas de 1 metro de ancho por 0,80 de profundidad, a pico y pala. Una vez cavada se ponen sucesivas capas de estiércol, tierra y abono  mineral. La tierra de la superficie que es la mejor se pone en el fondo  y en cimas de estiércol para ir echando el resto de tierra y abono mineral hasta llenar toda la poza. Luego se espeta una madera bien profunda como fiador para que se pueda sujetar el árbol atado con una cuerda floja y no se caiga, ya que el árbol va colocado en la superficie, y con una profundidad de 20 cm. Lo suficiente para que tape las raíces pero no al injerto que suele estar en la parte más baja del árbol a una altura de de 25 cm

Aunque la raíz central del árbol vaya hacia la profundidad con el tiempo, el resto van creciendo muy cerca de la superficie por ser donde más alimento recibe, pues los que van muy fondos nunca producen frutos. Sus raíces en lugar de extenderse para alimentarse, no pueden por la dureza de las profundidades y se quedan en un círculo muy pequeño aprisionadas, de donde no pueden salir ni alimentarse. Además, el injerto nunca se puede enterrar porque el árbol se volvería bravo como el que no ha sido injertado. Es mejor plantar menos y hacerlo bien.

La antigua plantación de pomares la había plantado al comprar la finca y depuse de terminar de construir la casa. Duró cuarenta años y dio una gran producción durante todo el tiempo. A pesar de que nunca fue sulfatada y por lo tanto más machacada por los insectos, pues a mí nunca me gustaron los sulfatos, aunque se pierdan alguna cantidad de fruta por el dichoso gusano. Las frutas en nuestra pomarada siempre fueron ecológicas y lo siguen siendo como todo lo que producíamos.

La pomarada de abajo fue hecha un poco más tarde por el dueño de aquella finca, que mas tarde se la compre para unirla a la nuestra. Ésta, a pesar de ser más joven ya estaba como la otra. Creo que por la situación del propio ecosistema, ya que la de arriba esta mucho mas azotado por los vientos y más secano. La de abajo esta en lugar más hondo y mucho más húmedo y menos ventilada A pesar de estar tan cerca en la parte de arriba es mas ventilado y mas soleada, lo que le da fuerza a los arboles. No solo porque duran más, también producen mejores fruto y más sabrosos, hay una diferencia abismal en todos los frutos lo mismo en los pomares, que en las patatas lechugas o cebollas. Todas estas diferencias tan notables, forman parte del ecosistema.

Aunque la pomarada de abajo no iba ser restaurada hasta el próximo invierno, pedí los arboles que necesitaba para tenerlos preparado para  el próximo año y poder ir haciendo las pozas con más tiempo para no llevar esa paliza de trabajo en pocos días. Estos árboles se pueden mantener largo tiempo en cepellón y colocados en una zanja con buen alimento y regándolos con cierta frecuencia.

En esos momentos y como todos los días después de la batalla de trabajo, me dolían los brazos en cantidad y la columna, “la bisagra”, también me daba la lata bastante. Los duros esfuerzos no perdonan. Como siempre tardarán unos cuantos días más en pasar, pero hay que aguantarlos. La afición de un hombre es mayor que los mismos dolores, por mucho que intento dejar de trabajar no lo consigo, aunque procuro apartarme muchas veces. Suerte tengo que aunque me duelen por el día, por la noche duermo muy bien y eso me libera del dolor, por lo menos en ese tiempo no me entero. Dormir bien es algo muy importante y aunque nos parezca difícil, el trabajo y el cansancio son un buen remedio para dormir bien a parte de encontrase uno ajil  y en forma.

Entre ellas por ejemplo el Ordenador es una máquina imprescindible en la actualidad, una herramienta de trabajo tan necesaria como importe. Para empresas, estudiantes y, en general, para jóvenes y mayores.

En mi opinión, el problema es que todavía hay gente que, por falta de información, no conoce las prestaciones y el buen trabajo que se puede hacer con esta impresionante máquina que nos sirve y nos ayuda para casi todo. De momento, nada hay que lo supere en este campo del trabajo y de la información. He trabajado durante años con una buena máquina de escribir electrónica, que aún conservo y no tiene punto de comparación con el ordenador.

Trabajando en la informática

Lo mismo que el resto de las tecnologías, como es la energía eléctrica, el teléfono, el coche, la aviación, o las materias energéticas y resto de tecnologías tan potentes que hay y que el mundo ya -no sería nada sin todo esto.

La Informática es tan importante que ya es  imprescindible para la humanidad. Llegará un tiempo en el que las personas que no sepan manejar la informática, serán consideradas como analfabetos, lo mismo que antigua mente a los que no sabían escribir.

 

 

¿Por qué, me gusta la informática y para qué me sirve?

Puede decirse que sirve para la mayoría de las cosas de nuestra cotidiana vida. Por ejemplo, yo lo uso para estudiar; para retocar las fotografías en Photoshop; para escribir mis libros y otros textos; para llevar la Contabilidad usando el Excel; utilizo, como aficionado, programas de diseño de interiores y de construcción de casas porque me gusta realizar croquis y planos; para navegar por Internet y buscar información importante, como es la Literatura o la Historia; con Google Earth, me gusta ver mapas de diferentes lugares del mundo con sus bonitos pueblos y paisajes; la video conferencia nos permite ver y hablar con nuestra familia que reside en el extranjero; para comprar desde casa o hacer transacciones bancarias, así como para sacar billetes para viajar. Hay un sinfín de cosas que nos pueden prestar un buen servicio sabiendo manejarlo para el bien, claro, porque también hay quien lo maneja para cosas fraudulentas y fuera de la ley.

                                                                                               .                                                                            Círculo que lleva el ratón para poder manejarlo.CIORCULO-PARA-EL-RATON

Defectos del ordenador

En mi opinión tiene varios. El primero es el alto precio de mercado y su baja calidad del material. Para obtener un buen ordenador hay que gastarse mucho dinero y no todos lo pueden conseguir. El segundo, el elevado precio de los programas, que cuestan tanto como el propio equipo. Pienso que sí estos fueran más asequibles no habría piratería y las empresas ganarían más dinero. Es incalculable la cantidad de dinero que se mueve en ese mundo y mucho fuera de la ley, dinero que podría ir en beneficio de todos, del fabricante y del consumidor si se moviera dentro de los cauces legales.

Aunque al principio me pareció difícil, mucho me alegro de haber conocido la Informática. Siento que este conocimiento no se produjera hasta haberme retirado, debido a mi arduo trabajo que no me dejó.

Después de retirarme seguí trabajando en mi finca haciendo máquinas y trabajando las tierras para sembrar para el consumo de la casa, pero los hijos y la mujer no quisieron que trabajara tanto. Desde luego que no pensaba dejar de diseñar máquinas pero mi hijo que es médico psiquiatra,  me ganó la batalla. Me dijo:

– Papá, no puedes seguir trabajando a ese ritmo, puede llegar el momento en el que pierdas tú autonomía y no te defiendas solo, tus brazos están muy castigados por muchos años de duros trabajos y con tanto peso. Date cuenta de que si a los que tienen manos les salen artrosis y otros problemas, con más facilidad te saldrán a ti, compra un piso en la costa, porque será la única forma de apartarte del trabajo, ya trabajaste bastante y necesitas descanso porque bien merecido lo tienes.

Vi que tenía razón y dado que yo no puedo estar parado, es por lo que después de darle vueltas a mi vida, pensé que lo mejor sería estudiar Informática. No podía soportar dejar de trabajar y la Informática fue para mí como un milagro, me apartó del trabajo sin traumas de ninguna especie. Es mucho lo que debo a la informática y a mis dos profesoras, Ana Fernández Braña, de Langreo, con la que comencé  a estudiar y Ana Rosa Hevia García, de Candás. Esta es mi profesora desde que llegamos a esta bonita tierra. Sigo estudiando en temas distintos, pues tengo la suerte de que Ana Rosa, es toda una cultura, se le da todo.

Con facilidad  manejo el ordenador

La primera dificultad con la que me encontré fue el ratón. Mis manos no podían manejar un ratón convencional, así que pensé la forma de solucionar el problema y lo logré.

Se trata de un diseño muy fácil de fabricar y de manejar. Para mover el ratón, sujeté en su parte superior un cilindro de acero inoxidable. Para hacer el clic con ambos botones, soldé un cable dentro del ratón y lo llevé a una pequeña plataforma provista de dos interruptores  de pedal (izquierdo y derecho), colocados debajo de la mesa. Lo que me permite trabajar con toda normalidad.

                                                                                 Muestra  Las maderitas con las que puedo escribir

Para manejar el teclado y poder escribir, preparé dos pequeñas piezas de madera que me permitenMADEROTAS-PARA-ESCRIBIR pulsar cada tecla sin tropezar en las otras, ya que mis aparatos tienen mayor tamaño que las teclas y no sería fácil trabajar. Además diseñé una base a modo de plumier que me permite colocar estas piezas verticalmente, para asirlas y posarlas de nuevo con toda facilidad. Todo está perfectamente planificado a mí alrededor, todo son pequeños inventos que la misma necesidad me fue obligando a pensar en ellos. Sólo es plantearse las cosas y después salen con facilidad.

Cuando me pongo a diseñar una máquina que tengo en mi mente, es un prototipo, pero cuando la termino ya no se aparece a éste en nada. La razón del cambio es que a medida que trabajo salen nuevas ideas que van mejorando la primera idea. Al final, ni yo mismo me creo lo que saqué. Así  son los inventos, así es como se llega incluso hasta a ser escritor, con lucha, claro. La inteligencia humana cuando la empleamos para el bien no tiene límites y eso es muy importante para los que nos gusta trabajar y progresar porque es ley de vida.

Para manejar el coche, hice una bonita pieza en acero inoxidable con un rodamiento en el centro que colocada al volante, me permite hacerlo funcionar con toda facilidad. Para la palanca del cambio de marchas, preparé una especie de copa colocada en dicha palanca y trabaja perfectamente.

Las herramientas con las que trabajo, por ejemplo el paique o sierra de acero lleva una manilla de madera que me facilita trabajar, la lima otra muy parecida, el martillo de herrero o de bola lleva el mango cuadrado para que no me resbale, esto me permite sujetarlo con más facilidad, el resto son normales. Está muy claro que en estos casos hay que estudiar bien las dificultades que van surgiendo y después actuar. No sirve de nada echarse en una esquina a llorar nuestras desdichas.

Hay una estadística  médica que dice que tres de cada cuatro personas que tengan una amputación, sufren los dolores de manos o piernas que no existen. Ese es mi caso me, duelen con mucha frecuencia por las noches. Dado que la medicina no tiene ningún remedio contra ese dolor llamado dolor fantasma, conseguí diseñar un aparato, que coloco en mis muñecas. Este, con un movimiento durante un tiempo, produce una especie de masaje a mis tendones y, al poco tiempo, se calma el dolor. Es una cosa muy sencilla, lo difícil fue dar con el sistema, pero después de dar vueltas lo conseguí. Aquí tenemos otro tema que al principio parecía imposible pero que es real y que presto está para quien lo necesite.

Hay muchas personas que tienen una inteligencia que ellos mismos desconocen. Algunos las descubren al jubilarse y son buenos artesanos, o pintores, otros escriben o estudian informática. Hay muchas cosas que se pueden hacer y que antes les parecían tan imposibles. A otros les ocurre lo que a mí, que la necesidad les lleva a inventar cosas importantes que de tener manos no las hubieran conseguido.

También es muy importante escuchar a los que saben, a los instructores que se desviven por enseñar y nos llevan por buen camino.

En los 60 años transcurridos después de mi accidente, he tenido que dar varias charlas, no sólo en las clases de la clínica, también por otras partes y hasta  fuera de Asturias. En varias ocasiones me llamaron para animar y orientar a otras personas que lo estaban pasando muy mal. Hasta he tenido que dar conferencias de nutrición animal y de abonados de praderas y tierras, por varios concejos de nuestra región. Pues todos esos conocimientos los adquirí porque la necesidad me obligo a estudiar para resolver los problemas que me surgían.

Hace dos años estando de vacaciones en Córdoba, tuve que dar dos charlas a los jóvenes de dos pueblos. Me sorprendió la atención con la que escucharon mis argumentos. Debo destacar la reacción de una chica que, al terminar, se levantó y dijo:

– Señor, ha conseguido despertar en mí el deseo de volver a mis estudios. Dejé de estudiar y me puse a trabajar, me compré un coche y ya lo pagué. A partir de hoy vuelvo a estudiar, mi vida –dijo– hoy da un giro de ciento ochenta grados. Al escuchar su forma de expresarse me convencí totalmente de que tiene toda la razón hay que estudiar.

Es muy gratificante ver como la gente reacciona ante estas cosas, lo que te produce alegría y sentimiento hacia los demás, por eso no tengo ningún problema en dar una charla donde sea, porque sé que siempre hay gente que la necesita por diversas razones, como puede ser el sufrir en solitario por un trauma que se padezca o por falta de experiencia para resolverlo.

Todos en este mundo necesitamos unos de otros por diversas causas. Los consejos y las instrucciones para combatir los problemas siempre tienen un efecto positivo entre las personas. Yo también escuché a mis médicos y otras personas que me ayudaron en mis duros y trágicos momentos, animándome a seguir.

Hay un tema muy curioso: cuando uno no sabe ni está preparado más que para trabajar, se queda tan tranquilo, pero cuando descubres el mundo de la literatura y de la informática, las cosas cambian totalmente. Descubres ese inmenso mundo que no tiene límites y es cuando ya no paras, siempre quieres saber más, por eso sigo con las clases porque las creo importantísimas, aunque sea a mí edad, nunca es tarde para aprender de los demás.

No podemos olvidar que los hombres fallamos. Casi nunca regulamos las cosas a la medida justa. O trabajamos mucho, como es mi caso, o nada. Unos no paramos y otros no arrancan, esa es la gran diferencia.

Creo que fue lo mejor que pude hacer, me encuentro muy agradecido de haberlo conseguido porque, en mi opinión, no hay mejor capital que la cultura y una carrera. En los tiempos que corren, no es suficiente con ser buen trabajador. Sin estudios no se va a ninguna parte, así que a estudiar se ha dicho. Está muy claro que al principio resulta difícil pero luego uno se adapta porque siempre queremos  saber más. No se olvide este consejo porque es realmente importante.

En la actualidad, cuando llegas a pedir trabajo, lo primero que preguntan es ¿qué carrera tiene usted? Sí dices, ninguna, nada puedes esperar, sólo que te digan, no tenemos trabajo, lo siento. Así es el mundo de hoy y así lo hay que entender.

Tengo dos hijas y un hijo, los tres a cual mejor, no tengo palabras adecuadas para valorarles, salieron trabajadores educados y buenos estudiantes. Ana, la primera, estudió Filología; Norberto, el segundo, es especialista en Psiquiatría; y Mónica, la más jovencita, Ciencias Empresariales. Ellos están muy orgullosos de sus padres pero más nosotros de ellos y de nuestros cuatro nietitos.

Casi siempre los humanos vamos a ser como nos enseñen nuestros padres y profesores mientras somos jóvenes, eso está muy claro. Por eso hay que ser responsables y luchar por los hijos y la familia entera.

Así mismo los hijos deben de cumplir con su deber, colaborar y trabajar en equipo, para que todo vaya en orden y con arreglo a las circunstancias y la evolución de los tiempos que corren. Las cosas desordenadas nunca funcionan.

Aunque mi economía en aquel tiempo era débil y sin horizontes claros para levantarla, eran tiempos muy malos, mi primer objetivo en la vida era dar carrera a los tres hijos pues siempre pensé que lo mismo las niñas que los niños, tienen el mismo derecho, aunque en esos malos tiempos no era así. La mayoría de la gente sólo daba estudios a los varones y eso, si podían. Me propuse que estudiaran los tres y, cuando pudiera, lo haría yo. Y lo conseguimos.

Aunque resulte un poco pesado y largo este informe, puede que haya alguna persona que le interese y le sirva para  animarse a seguir con la lucha de su recuperación física y moral. Que así sea. Además quiero decir que, sí en algo puedo ayudar, siempre será para mí una satisfacción.

Des pues de todo lo ocurrido.  Quiero figurar aquí, un párrafo que considero  my importante, para que mis nietos tomen nota y no se olviden de estudiar y recuerden también, que no valen las disculpas.

Lo que es la vida, cuando perdí las manos con veinte años, era casi un analfabeto, hoy en cambio  me dicen que tengo un gran porvenir como escritor.

Esto lo han dicho Ana Rosa Hevia, mi profesora y también otra profesora compañera de ella. Dos profesoras  con conocimiento y capacidad más que suficiente para valorar las cosas.

 

 

Lo observadora que es la gente. Una mañana me encontraba pintando el portón de la entrada a mí finca, que es de chapa. En aquel momento pintaba la parte baja de adentro y por lo tanto la gente que pasaba por la carretera no podía verme pintar.

Un grupo de señores mayores jubilados que casi todos los días van a pasear por esa ruta llamada “Ruta del colesterol” se acercaron al portón para ver algunos de mis trabajos.

Un señor dijo: “Es increíble lo que ese hombre sin manos trabaja y con un arte mejor que algunos con manos”. “Hay que verlo para creerlo” Dijo otro.

-Sí que parece imposible pero él trabaja sin parar y da una muestra de su valentía. Si todos trabajarámos como él, en España no había pobres porque ese hombre de la forma que esta, se defiende muy bien, tiene tres hijos estudiando carrera y parece que como él, son muy trabajadores y buenos estudiantes.

-Es cierto -dijo otro- cuando tienen tiempo libre siempre se ven ayudando a su padre en la ganadería y en la finca. Lo mismo que el padre, hacen de todo porque lo aprendieron con él y lo llevan en la sangre. Lo mismo el hijo que las dos hijas, los tres trabajan con tanta facilidad que muchas veces nos paramos a contemplarlos, son más bravos que un rayo.

Después de escucharles y ver como razonaron las cosas como realmente lo vieron, me levanté y les dije. Muchas gracias señores, por valorar las cosas de una forma tan positiva y real. Hay que trabajar porque sin trabajo no hay nada. Además a mí me gusta trabajar y ver las cosas bien hechas.

-Claro que si dijo uno, bien se ve que te gusta porque no paras. Por eso nos gusta mirar como trabajas porque con tu arte, sin querer, enseñas a otros como se trabaja y muy bien. No te parezca mal que te miremos porque siempre se aprende algo de los demás.

Así es: yo era minero y desconocía como hacer muchos trabajos, pero mirando aprendí a trabajar de todo porque la necesidad obliga. El tiempo pasa y no se puede quedar uno mirando como corren los aires, hay que producir para mantener una buena economía familiar y estudiar a los hijos, porque la cultura y los estudios son tan necesarios como el pan de cada día. Les agradezco mucho sus comentarios por que lo hacen con seriedad y sin ánimos de criticar. Que sigan paseando por esta ruta muchos años y con esa gracia de mirar al que trabaja porque Vds. ya trabajaron bastante.

Las gracias son tuyas muchacho, dijo un señor, porque eres mundial, hablas muy bien y da gusto escucharte, bien claro se ve lo que estudiaste después de tu accidente, hasta pareces otro

-Bueno se hace lo que se puede. La necesidad obliga. Ustedes bien saben que mientras se trabaja no hay tiempo para estudiar. Fue después de mi accidente cuando tuve que ponerme las pilas, trabajar y estudiar sin parar porque la situación así lo exigió.

Hasta siempre amigos, voy a seguir con mi trabajo porque el tiempo pasa y hay mucho que hacer.

-Sigue con tus trabajos pero hay que descansar algo, trabajas demasiado.

-Es posible que algunas veces es demasiado, pero ello solo no se hace. Así que adelante y con buenos ánimos.