Lo observadora que es la gente. Una mañana me encontraba pintando el portón de la entrada a mí finca, que es de chapa. En aquel momento pintaba la parte baja de adentro y por lo tanto la gente que pasaba por la carretera no podía verme pintar.
Un grupo de señores mayores jubilados que casi todos los días van a pasear por esa ruta llamada “Ruta del colesterol” se acercaron al portón para ver algunos de mis trabajos.
Un señor dijo: “Es increíble lo que ese hombre sin manos trabaja y con un arte mejor que algunos con manos”. “Hay que verlo para creerlo” Dijo otro.
-Sí que parece imposible pero él trabaja sin parar y da una muestra de su valentía. Si todos trabajarámos como él, en España no había pobres porque ese hombre de la forma que esta, se defiende muy bien, tiene tres hijos estudiando carrera y parece que como él, son muy trabajadores y buenos estudiantes.
-Es cierto -dijo otro- cuando tienen tiempo libre siempre se ven ayudando a su padre en la ganadería y en la finca. Lo mismo que el padre, hacen de todo porque lo aprendieron con él y lo llevan en la sangre. Lo mismo el hijo que las dos hijas, los tres trabajan con tanta facilidad que muchas veces nos paramos a contemplarlos, son más bravos que un rayo.
Después de escucharles y ver como razonaron las cosas como realmente lo vieron, me levanté y les dije. Muchas gracias señores, por valorar las cosas de una forma tan positiva y real. Hay que trabajar porque sin trabajo no hay nada. Además a mí me gusta trabajar y ver las cosas bien hechas.
-Claro que si dijo uno, bien se ve que te gusta porque no paras. Por eso nos gusta mirar como trabajas porque con tu arte, sin querer, enseñas a otros como se trabaja y muy bien. No te parezca mal que te miremos porque siempre se aprende algo de los demás.
Así es: yo era minero y desconocía como hacer muchos trabajos, pero mirando aprendí a trabajar de todo porque la necesidad obliga. El tiempo pasa y no se puede quedar uno mirando como corren los aires, hay que producir para mantener una buena economía familiar y estudiar a los hijos, porque la cultura y los estudios son tan necesarios como el pan de cada día. Les agradezco mucho sus comentarios por que lo hacen con seriedad y sin ánimos de criticar. Que sigan paseando por esta ruta muchos años y con esa gracia de mirar al que trabaja porque Vds. ya trabajaron bastante.
Las gracias son tuyas muchacho, dijo un señor, porque eres mundial, hablas muy bien y da gusto escucharte, bien claro se ve lo que estudiaste después de tu accidente, hasta pareces otro
-Bueno se hace lo que se puede. La necesidad obliga. Ustedes bien saben que mientras se trabaja no hay tiempo para estudiar. Fue después de mi accidente cuando tuve que ponerme las pilas, trabajar y estudiar sin parar porque la situación así lo exigió.
Hasta siempre amigos, voy a seguir con mi trabajo porque el tiempo pasa y hay mucho que hacer.
-Sigue con tus trabajos pero hay que descansar algo, trabajas demasiado.
-Es posible que algunas veces es demasiado, pero ello solo no se hace. Así que adelante y con buenos ánimos.
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