Niños y mayores sin Manos
Por todo el mundo hay niños y mayores sin manos ni ayuda.
Después de conocer muchos casos de personas sin manos, que no se pueden defender por falta de asesoramiento y ayuda, quisiera que este artículo llegara al conocimiento de todos los países del mundo. Decirles que no se puede dejar abandonadas a las personas a su desdichada suerte.
Hay por el mundo mucha gente sin manos, unos por las guerras y otros por accidentes de trabajo que lo están pasando muy mal. Si cada gobierno tomara medidas, todo ese sufrimiento se podría evitar, poniéndoles unas prótesis como las mías, porque son el único remedio hasta la fecha para un amputado de ambas manos.
Son muy fáciles de fabricar, no cuestan mucho, y están a disposición de quien las precise, sin distinción de clases ni color. Mis prótesis son para todos, y no cobro nada por dar los planos y el asesoramiento necesario al país que se interese por ellas.
Aunque los que padecen ese trauma no puedan construirlas, como en mi caso, hay talleres que las pueden fabricar a un precio moderado y a medida de cada ciudadano. Y además yo podría darles instrucciones para manejarlas a tantos como pudiera.
Mi historia está bien clara, llevo 61 años sin manos y trabajando para vivir como los demás. Si yo lo pude conseguir, los demás también. A pesar de empezar de cero, con tiempo y paciencia llegué a la meta. Así que hay que animarse y trabajar. Hoy ya les resulta más fácil a los que no tengan manos porque lo difícil fue el diseñarlas y el aprender a trabajar con ellas, por lo tanto ya tenemos mucho camino recorrido para los demás.
Yo no soy especial, como dicen algunas personas, soy como los demás hombres, ni más ni menos, por lo tanto lo que un hombre consigue, los demás también pueden hacerlo, si se lo proponen. Desde luego que no es un camino de rosas, pero con ánimos y trabajo lo conseguirán. Y si no se hace todo, por lo menos para defenderse y poder vivir con alegría. Todo esto depende de la fuerza de voluntad de cada uno. Por eso hay que aprender de los demás.
A través de los años he ayudado a muchas personas, pero ya tengo 81 años y no será bueno darme esas palizas de trabajo. Mi vida fue de mucho trabajo por la necesidad y también porque me gusta trabajar, pero para todo hay un límite. Aunque me encuentro perfectamente de salud, los años no pasan en balde. Mis hijos me dicen: “papá, uno es trabajar algo y otro es esos reventones de trabajo que te das”. Mi hijo, como médico, me dice: “estás abusando de tu fortaleza y un día te dará el palo si no dejas de trabajar tanto, es que no paras y vas estropear las articulaciones por tanto esfuerzo”.
Pienso que es muy importante que mis prótesis sean conocidas y aprovechadas por todos. Sería una pena que mi invento vaya al sepulcro conmigo. No, eso no puede ser, porque hay gente que las necesita como el pan de cada día.
Hay gente que dice que tengo que ser patrimonio de la humanidad por el bien que estoy haciendo. Yo entiendo que es muy buena cosa el trabajar y ayudar a la gente, pero es mi deber, y nada tiene que ver con lo de pertenecer al patrimonio de la humanidad.
Yo no, pero las prótesis sí pueden pertenecer al patrimonio de la humanidad. Por dos razones muy importantes: una, para que sean conocidas en todo el mundo y que las pongan a los que se encuentran como yo sin manos. La otra, para que nadie estafe a los más necesitados. Estos aparatos puestos en manos de una empresa, serian mucho más caros y no estarían al alcance de quien los necesita. Por eso pido que sean manejados por los organismos oficiales de cada país. No quiero que sufran lo que yo sufrí para conseguirlas, hay que evitarles tanto dolor. Hasta los pajarillos quieren la libertad. Un hombre, si no se defiende, no la tiene. Eso es muy duro y muy triste, pero tiene remedio si se les ayuda.
Más información en mi blog. Para entrar: Arsenio Fernández.es o como trabajar sin manos.
Un cordial saludo para todos.
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