Una explosión con pólvora le amputó las dos manos y lo privó de la vista durante tres meses. La historia de este valiente hombre, José Luis Magallares Guzmán, de 47 años de edad, vecino de Vallecas, Madrid, fue demasiado dura. Sufrió un fatal accidente cuando tenía 21 años de edad, en el año 1.991, hace 25 años. José Luis había sido artificiero en el ejército en un cuerpo de élite.
Cuando preparaba unas mezclas de color para fuegos artificiales, en el patio de la casa de su abuela, le sorprendió una explosión, que le amputó las manos por la muñeca. Un caso muy parecido al mío, pero con doble sufrimiento. ya que la explosión además de las dos manos, le cogió los dos ojos y lo dejo, sin vista tres meses además de multitud de heridas por piernas y el cuerpo. Terrorífico para la madre que fue la primera que lo vio
José Luis, no conoció mi caso hasta la primera semana de Junio del 2016. 25 años después de su accidente.
Aquella tarde que entró en mi blog se la pasó leyendo y casi toda la noche. Sigue leyendo hasta con su portátil que tiene en la mesilla de noche. Así me lo contó emocionado por saber que existía un hombre en las mismas circunstancias de él, y que podía trabajar con toda facilidad.
Una de las cosas que mucho le sorprendió, fueron los trabajos de taller que se presentan en un vídeo. Sobre todo cuando ve que con mis prótesis se pueden dar golpes al hierro con una maza o pesado martillo, en trabajos de calderería o de forja en la fragua. Todo esto que hoy le parece imposible de hacer, en cuanto lo enseñe a trabajar y con unas prótesis adecuadas lo hará con toda normalidad, si se lo propone. Es normal, lo que un hombre hace, lo puede hacer otro, con el tiempo y mucha paciencia claro, porque hay que empezar de cero y lleva su tiempo de aprendizaje.
Me envió un correo electrónico y su número de teléfono para ponernos en contacto y poder conocernos.
José Luis me contó lo mucho que sufrió. Me dijo literalmente que estaba asombrado de que nadie le informara de la existencia de un maestro en el tema. Que de saber que yo existía, le había podido ayudar mucho a superarse de ese tremendo trauma que tanto le hizo sufrir, además de tener que tomar un montón de anti depresivos largo tiempo que le destrozaron el estómago, hasta el punto de tener que sufrir una operación.
Una de las cosas más importantes en aquel tiempo sería el presentarle mis prótesis y la forma de trabajar con ellas. Ponerle algún vídeo de mis trabajos. Es terrorífico el empezar de cero sin conocer, ni tener ayuda de nadie, ya que eso nadie lo puede enseñar más que uno veterano en el tema.
Una buena información le habría librado de tanta angustia, no solo a él, también a sus padres, y en particular a su madre que con su accidente le estropeó la vida por completo. Su madre fue quien le encontró lleno de sangre, ciego, sin manos y heridas por piernas y cuerpo, además de pedazos de huesos y carne pegados por las paredes. Teniendo que pintar todo y hasta reponer los cristales de la casa que volaron por los aires. Cosa tan dura que ella nunca podrá olvidar. Dice que su madre nunca levantó cabeza y que eso es una de las peores cosas para él, porque ella enfermó por el terrorífico susto que sufrió al verlo sin manos y sin vista.
Me pidió que fuera a visitar a sus padres para animarles y conseguir sacarles de tanto dolor por su hijo. Así será, mi hijo trabaja en Escocia, Reino Unido, como psiquiatra. Viene de vacaciones el próximo mes de agosto. Les visitaremos para animarles y darles una charla. Norberto como psiquiatra y yo como profesional del tema. Para demostrarles que si yo conseguí hacer una vida normal, su hijo también lo puede hacer. A parte de construirle unas prótesis como las mías para su brazo izquierdo ya que el derecho conserva un dedo que le ayudará a trabajar y que será una gran ayuda con la prótesis mencionada. Además de animarlo con mis trabajos de taller.
Ya quedamos de acuerdo para que venga el próximo viernes uno de Julio, a pasar unos días con nosotros para mostrarle la exposición de máquinas y diversos artefactos que tengo en la finca. Además de enseñarlo a trabajar con las herramientas adaptadas para manejarlas con las prótesis y hacerle una como las mías.
José Luis repite con mucha frecuencia que su desgracia le estropeo la vida y también la de su madre y eso es como una eterna pesadilla para él. Es posible como él dice, que al conocerme y ver como se trabaja con normalidad, su madre se pueda recuperar, ya que su hijo después de un tiempo pueda aprender a trabajar lo mismo que yo. Es muy joven y lo puede conseguir.
Me dijo que cuando vio mi historia en el blog, se emocionó y lloró como un niño, por dos cosas, una porque no le dijeron los médicos que lo curaron que ya existía un hombre que trabajaba de todo y que era un caso como el de él. Y que le podría ayudar. No se cansa de decir que le hubieran librado de sufrir tanto y de tomar tantos anti depresivos Es increíble, repite, que ocurran estas cosas.
Claro que es verdad, nadie sabe mejor que nosotros lo que sufrimos. En aquel tiempo de mi rehabilitación hace 61 años, éramos en España 21 hombres sin manos y todos con unas míseras prótesis que no servían más que para enchufar la cuchara y poder comer uno solo. Para el resto, una inutilidad completa. Por ese motivo todos estábamos destrozados y sin ver solución ninguna al terrible problema.
La diferencia es más que notable. Yo tuve la suerte de trabajar y luchar lo indecible para conseguir sacar la rehabilitación primero, Y después diseñar y construir mis propias prótesis. Las que me llevaron a ser un hombre normal y poder trabajar para vivir de mi propio esfuerzo y trabajo, lo que te lleva a ser como los demás. En lugar de sentirte como atado a una estaca y sin poder moverte ni hacer nada. En esa situación o luchas y trabajas para dar solución al problema o te volverás loco y atormentado para el resto de la vida. Si lo dejas al principio ya no hay solución, el tiempo pasa y después ya es imposible su recuperación. Eso es lo que ocurre la mayoría de las veces. Si no te decides y aprendes a navegar, te ahogas y sin que nadie lo pueda remediar.
Muchos hombres sucumbieron ante tanto sufrimiento y nunca levantaron cabeza. Unas veces por falta de ayuda y de información, y otras por no poder combatir el fuerte traumatismo que en esos casos, se produce en la mente del accidentado. Está probado que es más difícil el tema mental que el mismo trauma físico. Yo pienso que en estos casos debería haber más información y sobre todo en los hospitales, para que los mismos médicos puedan ayudar, informar de las posibilidades que ya existen y presentarle otro que ya lleve años trabajando con las prótesis y con la práctica suficiente en el manejo de los trabajos. Además de presentarle algún vídeo de los trabajos que él más tarde podrá hacer. El aprender de los demás es una de las cosas muy importantes siempre, pero sobre todo en estos casos extremos, que es cuando te sientes como perdido en el abismo. Una buena información es fundamental en esos trágicos momentos, y puede ser decisiva para el resto de la vida.
Cuando José Luis Magallares Guzman recuperó la vista, le presentaron un señor, que no tenía brazos. La pregunta normal de José Luis fue ¿Tú que puedes hacer, trabajas algo?
-No puedo hacer nada, es imposible, ya ves que no tengo brazos.
Aquella respuesta dejo a José Luis asustado. Dice que mejor hubiera sido no conocer aquel tremendo trauma, que lo dejó destrozado y con ganas hasta de tirarse por la ventana, si no fuera porque tenía rejillas y estaba vigilado. Ha sido terrorífico lo que sufrí. De haberle conocido a usted, sería lo contrario, me alegraría la vida y me hubiera ayudado, lo que está haciendo hoy, porque los trabajos que hace, no se pueden creer sino se ven, y agrego, esto es como un milagro para mí y para mi familia. Es caso único en el mundo señor, porque usted nació con ese don de la inteligencia. Mis padres le esperan Don Arsenio, no deje de ir a visitarles, porque lo mismo que a mí, les alegra la vida y mi madre podrá salir del mal estado en que se encuentra.
Miro y miro sus inventos y me parece como un milagro. Hay que ver las maravillas que hace. Lo mismo con diversas máquinas que hizo, que con los preparativos para manejar la informática. Lo mismo mi mujer que yo llevamos unas horas con usted, y no vemos la falta de sus manos, trabaja con tanta naturalidad que uno se olvida hasta del mismo problema. Eso es lo que yo precisaba desde el primer momento de mi accidente y no hubiera vivido atormentado esos 25 años.
Con lágrimas en sus ojos dijo: Don Arsenio estoy emocionado y muy contento porque después de ponerme una de sus prótesis y manejarla, veo que va ser para mí algo muy importante, porque voy a trabajar y sentirme feliz de todo esto por lo que estoy pasando. ¿Qué pena, qué dolor fue el no conocerle primero? Se perdieron 25 años de mi vida sin poder defenderme y trabajar por falta de información y no conocer lo que ya existía.
La valoración de todo esto la hace José Luis, después de conocer que un hombre puede hacer vida normal aun que sea sin manos. Porque está convencido del valor de la rehabilitación que nunca conoció y que ya empezó a hacer en este mismo día con la ayuda de su buena esposa, que con mucha afición escuchó las explicaciones que le di, lo aprendió en un momento y que va ser decisivo para su marido.
Otro tema que considero sorprendente y con pena. Son los cambios tan notables de nuestra sociedad. Adelantamos en muchas cosas, pero nos olvidamos de otras. En aquel tiempo de mi rehabilitación, hace 61 años. La Seguridad Social Española, nos rehabilitó en uno de los mejores hospitales de la época en Madrid. A pesar de los pocos medios que había. La pregunta que se me ocurre es: ¿Porqué no se ayuda a las personas con aquel maravilloso comportamiento que había hacia los pacientes? pero sobre todo en estos casos de una doble amputación de manos. Una buena rehabilitación y con un poco de cariño a esas personas que tanto sufren, es fundamental y decisivo para que el paciente se recupere y pueda integrarse en la sociedad.
Valoremos la enorme diferencia de mi caso al de José Luis Magallares Guzmán de Madrid, que nadie le rehabilitó ni le ayudaron ni siquiera para informarle de las posibilidades que podría tener. Por esa falta tan necesaria como importante, José Luis no se pudo incorporar al trabajo y por lo tanto condenado a vivir atormentado de tanto sufrir y con una mísera pensión, en estos 25 años que él considera como perdidos. En cambio yo empecé a trabajar nada mas curarme de las heridas y terminar la rehabilitación que sólo duró 4 meses pero fundamental para el resto de mi vida. Esa es la diferencia tan grande cómo penosa.
La otra pregunta es. ¿Cuántas personas habrá por el mundo sufriendo y marginadas por falta de información y ayuda? Todos somos necesarios, todos tenemos derecho a la vida aunque sea sin manos. Si yo me hubiera quedado tirado en la cuneta, y no hubiera formado un hogar con mi esposa, no existirían mis hijos ni, mis cinco nietos. Mis tres hijos estudiaron carrera, lo que yo considero muy importante, porque me siento orgulloso de ellos. Fueron buenos estudiantes y me ayudaron a trabajar sin parar, porque vieron la necesidad y lo que su padre trabajó hasta casi reventar. Esa frase me la repiten algunos de mis vecinos. No se puede creer lo mucho que trabajaste y lo bien que te conservas. Siempre decíamos, este hombre se muere de joven y reventado de tanto trabajar. Pues no revente y me encuentro perfecta mente
¿Cómo conociste la dirección de mi blog, José Luis?
-Buscando por internet un montón de años y por todas partes, a ver que podía encontrar por el mundo en temas de prótesis. Tan grande es la necesidad para mí de solucionar mi problema que no dejaba de buscar, hasta que me encontré su blog. Lo leí, y sigo leyendo, pero al principio no me atreví a mandarle un correo porque con esa planta de paisano que presenta, yo me dije, este señor es un empresario rico y no me va ni a contestar. Además puede ser un farsante que ponga mentiras, porque es casi un milagro que pueda trabajar lo que dice. Lo comentó con su mujer y ella pensó lo mismo y le dijo.
-Déjate de pensar en esas cosas, tú mismo ves que es muy difícil, así que olvídate. Pasaron unos cuantos días pero yo no dejaba de pensar en ello y sobre todo por las noches y me decía. Si este señor escribe tan bien, porque su literatura engancha, puede ser cierto todo lo que pone, así que le mando un correo a ver qué pasa. Palabras de José Luis,.
-Recibí contestación casi a vuelta de correo y con su número de móvil y hasta el de su casa. Además de invitarme a visitarle para conocer y probar con sus prótesis por si me pudieran valer, ya que es necesario conocer y examinar el estado de la amputación.
-Le dijo a su mujer: Ese señor debe ser muy buena persona. Aparte de contestarme tan pronto, mandó hasta el teléfono de su casa y eso me animó mucho. Nos vamos para Asturias, prepárate para el viaje. La mujer le dijo: yo no te acompaño porque te equivocas, ya comprobarás que no te va ayudar, ¿qué le importa a un señor de esa clase tu problema, hombre?
-Si no vas iré solo porque no puedo perderme el conocer algo tan importante para mí. Y me puse de acuerdo con usted. Después de conocer todo el tema y de probar las prótesis, José Luis dijo: Don Arsenio, estoy emocionado al comprobar que todo lo que escribe en su bonito blog es cierto. Perdone, pero el problema es que al principio no hay quien pueda creer lo que usted hace, sino se ve. Es como un milagro. El bien que usted hace a la Humanidad, es incalculable, importantísimo. Su blog es leído seguro que en todo el mundo. Usted tiene que ser patrimonio de la humanidad, porque copiarán de su historia y de su arte, las generaciones venideras. De eso estoy convencido. Busqué, por todo el mundo y no hay nada más útil e importante que sus prótesis. Todo el resto es chatarra. Tengo varias prótesis entre ellas unas bonitas manos que costaron 18.000 € y tampoco sirven para nada. Como las otras, están metidas en una maleta, ni las miro. Mucho lujo, pero nada de ayuda.
Cierto que no sirven. Tengo esas prótesis desde Mayo de 1.963, me casé con ellas, pero tuve que olvidarlas. Trabajé con ellas 6 meses y me reventaron de sufrimiento. Lucha y lucha hasta comprobar lo que eran. Porque sabía que tenía que hacer demostraciones más tarde y no quería quedar mal ante las autoridades, que me eligieron para que las examinara con detalle porque querían saber si eran útiles o no, entre otras cosas para no malgastar dinero en lo que no sirve, así decía el Director
-Sí, mucha ilusión tenía en conocer a Don Arsenio, y a sus prótesis, mucho más grande es después de probarlas y trabajar con ellas. Estoy convencido de que me van a servir para solucionar mi grave problema. Con su ayuda y esas bonitas prótesis podré manejarlas muy pronto y me olvidaré de los 25 años que perdí por no conocerle.
Eres dinámico y te veo con muchas ganas de aprender a manejarlas, si no te cansas y aguantas las molestias del principio, en poco tiempo serás un artista con ellas, así que desde hoy ya empiezo a trabajar por unas nuevas. Quítate esos nervios y tranquilízate porque tienes un buen cubito y radio para manejarlas perfectamente. En poco tiempo de ejercicios aprenderás a trabajar con ellas y volverás a sentirte alegre y contento.
Arsenio Fernández.
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