Lo que es la vida, casi siempre nos falta algo. El que no tiene un problema tiene otro. Por eso la gente muchas veces se agobia demasiado, somos muy propensas al sufrimiento y eso hay que evitarlo en lo posible.
La resistencia y la capacidad humana se multiplican cuando atravesamos por un serio problema. La naturaleza es tan sabia que hasta nos aumenta la inteligencia y nos invita a luchar contra el mismo problema para salir del. Nadie sabe lo que es capaz de soportar hasta que nos llega el momento.
Si pudiéramos leer el porvenir que nos espera, algunas veces no lo soportaríamos. Pero como los serios problemas llegan cuando menos lo esperamos, lo aguantamos aunque suframos mucho.
Si antes de perder mis manos me dijeran lo que tuve que sufrir, no lo soportaría. Hay que pasar por un trauma de esa envergadura para saber lo que se sufre. Algunas veces recordando aquellos tiempos casi no me creo lo que tuve que luchar para aprender a trabajar.
Desde luego que la fortaleza de una persona es incalculable. Pero está probado que además de esta, es necesario el saber manejarla. Y la única forma para conseguirlo es asumir el problema y no dejar que el miedo te gane la batalla. El miedo y la pereza dejo fuera de combate a muchas personas. Te domina de tal forma que pierdes el norte y no sabes que camino vas a seguir. El miedo es terrorífico. Es muy importante hacer una profunda reflexión. No sirve correr pero tampoco quedarse tirado en un sofá a llorar las penas. Una persona tiene que luchar hasta el final del camino. Es tan necesario como el pan de cada día, si no fuera así todos tus proyectos se pierden en el abismo.
El problema está en saber buscarse la vida. Hay gente con capacidad asombrosa para reponerse y luchar contra las adversidades, y los hay que no quieren o no pueden desarrollar esa inteligencia tan necesaria para combatir el problema. Después de reflexionar con serenidad, siempre hay algo que te ayude, para que tu cerebro no permanezca siempre atormentado.
-Por ejemplo, el pensar en la familia. En aquellos momentos catastróficos, pensé en muchas cosas, pero una de ella fue. Que el tiempo me dirá lo que ha de ser, luchare hasta donde pueda llegar y si sucumbo al miedo y no me puedo valer, debo esperar por lo menos hasta que mis padres mueran y yo con ellos, por eso tengo que aguantar. Bien claro está que casi siempre buscamos una forma de remediar los problemas. Unas veces positivos y otros negativos, por eso hay que reponer fuerzas para combatirlos.
Algunas veces hasta los animales nos enseñan cosas importantes. Acabo de ver un documental en la tele, digno de contemplar. Se trataba de un tema científico para saber la inteligencia de las aves. En este caso el Arendajo, en bable el “Glayu”. Le pusieron un vaso especial provisto de una plataforma grande para que no lo pudiera tirar. El vaso mediado de agua y con un gusano en la superficie pero donde el pájaro no podía cogerlo, ya que además de la enorme distancia no cavia la cabeza del glayu. Lo miro solo un momento y muy rápido pensó como sacarlo.
Sin pérdida de tiempo, cogió con su pìco un regodón y lo echo al vaso, lo miro y vio que era poco, siguió echando regodones hasta que subió el nivel del agua a su alcance. Metió el pico, saco al gusano, lo puso en el suelo y después de mirarlo detenida mene se lo comió.
En el tiempo de meter los regodones que fueron varios, probó tres veces a sacarlo y como no podía siguió metiendo más hasta conseguirlo.
Casi nadie lo tiene todo. Conozco a una familia que son dos matrimonios: el padre, la madre y el hijo casado, pero éste sin hijos. Viven los cuatro juntos, son excelentes personas, bien organizadas y muy trabajadoras además de muy serviciales. Tienen un negocio y una posición económica muy buena, pero no tuvieron hijos y eso lo consideran un problema. El más joven que tiene 65 años, trabaja hasta los domingos. El padre, que tiene 92 años, no está a gusto si no va todos los días a ayudar a su hijo. Son trabajadores incansables.
En una de nuestras charlas, un día que estábamos los tres, dijo el hijo:
-Hay mucha gente que se extraña por qué uno trabaja incluso los domingos. No se dan cuenta que yo donde mejor lo paso es precisamente en el trabajo.
-Te entiendo perfectamente le dije: eso mismo me ocurre a mí. El trabajo a parte de lo que me gusta, fue una forma de liberarme del sufrimiento cuando sufrí el accidente, pero con una diferencia, también me gusta viajar y algunas veces salir a comer o cenar con mi esposa los domingos. Es muy importante trabajar pero también el recrearse y salir para descansar.
El padre también dijo que le encantaba el trabajo, pero que lo único que sentía mucho era no tener nietos para que fueran dueños del producto de sus trabajos. Que vivían muy bien pero que siempre falta algo
Ya ves tú caso Arsenio me dijo: tú no tienes manos pero luchaste la vida como si las tuvieras. Trabajaste sin descanso y cuando mejor vivías, te falto tu mujer. Es demasiado lo que tu pasaste y etas pasando. No tienes más remedio que dejar de sufrir tanto, porque eso te puede afectar a la salud. Bien claro se ve que lo estas pasando muy mal. Siempre fuiste hombre con dinamismo y alegría. Te cambio la vida total mente, estas demasiado tiste. Tienes unos hijos y bonitos nietinos que son tu alegría, así que adelante amigo. Si siempre fuiste valiente lo tienes que volver a ser.
Gracias por saber valora las cosas como son. Hay que seguir pero cuesta mucho trabajo reponerse de las adversidades que la vida nos presenta algunas veces.
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