Sábado 3 de junio de 2001. Pasamos el día por la bahía, el puerto deportivo y por su pueblo, Ardfern, que está a unas 16 millas y media de donde vivíamos, a 26 kilómetros aproximadamente. En esta zona viven de la pesca, la ganadería, la madera y de algunas pequeñas industrias. Hay un bonito puerto deportivo en una bahía muy tranquila resguardada por tres montañas, una al sur, otra al norte y la tercera al este. Además, hay una pequeña isla que sitiada al oeste y en el medio de esta bahía, que la protege también de los fuertes vientos. Está como encerrada en un pequeño valle, pero es lugar apacible y muy visitado por el turismo. Allá hay un famoso artesano de la madera. Delante de su taller y en la misma pradera una gran exposición de sus trabajos artesanales que llaman la atención del viajero.
La exposición es ya en sí todo un arte y de un gran valor económico, pero lo que más me llamó la atención es que tenga esta obra tan importe al agua y al aire libre.
En muchas figuras ya se apreciaba que con el tiempo las maderas de las figuras se iban deteriorando. Sin ninguna duda este deterioro en las maderas bajaba su valor. Yo no lo puedo entender, representaban un trabajo de años, como para dejarlo bajo las inclemencias del tiempo y sobretodo en esta región donde llueve mucho.
Lo lógico sería tenerlo bajo un cobertizo donde solo le pudiera dar el aire para evitar el sol y la lluvia. Además, la clase de madera que emplean es de un tipo de árbol Escocés parecido al abeto. Es madera muy simple, no se puede comparar con el castaño, el roble, el haya, o el fresno, que si se mantiene bajo cubierta son eternos.
Este artesano de categoría superior, hace todo tipo de animales. Vacas, corderos, caballos, corzos, venados, águilas, buos, el zorro, ardillas, y hasta una mano gigante que pesaba 52 kilos.
Compramos una mano gigante, un zorro, un águila, un búho y una ardilla. Todo ello pesan unos 70 kilos, y por su volumen no se podía meter en el coche, solamente la mano pesaba algo más de 52 kilos y mide 1,30 de altura. Estas artesanías que en el verano las ponemos en el jardín de nuestra finca, al llegar el otoño se meten en la nave y las conservamos en perfectas condiciones porque son preciosas, por lo bien trabajadas que están.
Hacía mucho tiempo que yo pensaba en hacer dos manos de esta forma, pero siempre andaba mal de tiempo libre y no me fue posible, pero esta vez me encontré con un buen profesional. Esta preciosa mano es la de derecha, la de la izquierda pensaba hacerla yo en cuanto pudiera, para que permanezcan siempre juntas como lo debieron estar las mías. Estas dos manos, aunque de madera, quise que fueran el símbolo y representación de las de carne y hueso que fueron devoradas por la dinamita goma-uno, en aquel trágico día 4 de Diciembre de 1954 Pero mi familia no quieren que trabaje más. Dicen que trabaje muchos más de lo que me pertenecía, que tengo que descansar.
Por ese motivo llegamos a vivir a Candas, para apartarme del trabajo, ya que viviendo en la finca era imposible dejar de trabajar. La afición ya desde niño no es fácil de olvidar.
Al dejar de trabajar a proveche para estudiar informatice y otras cosas que son muy necesarias, además de escribir que fue lo que me ayudo a sufrir menos al morir mi esposa porque paso muchas oras al ordenador lo que me sirve como distración.
No se puede vivir sin hacer algo para distraer lamente y evitar tanto dolor. No hay palabras para explicar, lo que se sufre por una desgracia al perder un ser querido. No podemos olvidar que un problema de esta envergadura, es lo suficiente como para dejar destrozada una persona para el resto de sus días. Si no se ponen agallas y se piensa en la familia.
Tengo una hermana un año más joven que yo, que lo está pasando muy mal. Le murió un hijo con 47 años y no sabemos de que murió. Le dio una gripe, le dieron un tratamiento y empezó a temblar empeoro. En Poco tiempo se murió.
Al poco tiempo le murió el marido por la silicosis de la mina. Lo que dejo destrozada a mi hermana Laudina, nunca lo pudo superar. Vive llorando y sufriendo, y sin pensar en otra cosa. Por más que luchamos para ayudarla toda la familia, nada se consigue. No todos podemos con las adversidades que la vida nos da.
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