Es normal que la gente dude del gran servicio que suponen estas prótesis, que a simple vista nada tiene que ver con unas manos, pero que hacen su trabajo con una facilidad asombrosa. Todo el mundo duda de ellas y hasta de quien les habla asegurando de que es cierto. Eso ocurre todavía hoy después de tantos años. Lo que para mí es tan simple como importante, porque me resolvieron el problema y forman parte de mi propia existencia, ya que son mis manos, sin ellas no podría hacer nada ni siquiera comer. Por eso vemos una vez más que las apariencias engañan. Hay que ver para creer. Esta frase la ha repetido mucha gente después de verme trabajar. Hasta hubo alguno que dijo:
—Esto solo lo hace Arsenio, que es excepcional, siempre fue artista, si me pasara a mí lo que a él, no levanto cabeza nunca más, porque yo con manos no puedo hacer lo que hace él sin ellas.
No hay aquí nada excepcional, solo unos simples aparatos que hay que saber manejar. Todo sale de las ganas de trabajar y de querer superar un duro bache que ocurrió en mi vida, y que a mí me toca superar.
Alejandro el Niño de Bustio y yo en la Clínca de Madrid
¡Cómo para convencerles! Y sobre todo a mi regreso, que aun tenía poca experiencia, y por si eso fuera poco, las prótesis eran muy simples, débiles y muy feas, sin base para poner gomas porque eran muy delgadas, por lo que las cosas se caían antes de poder sujetarlas. Era imposible el trabajar, hasta que diseñe y fabrique las que solucionaron mi grave problema. Fue una obra de largo tiempo, de muchas pruebas y de investigar varios modelos. Al principio todo eran problemas. Cuando no fallaba por una causa, era por otra y encima al tiempo invertido se sumaba el precio de los materiales. Muy alto para la baja economía que había, además de mi poca experiencia en plena juventud.
Increíble pero cierto, los talleres no me ayudaron ni pagando
Fue una odisea desesperante, porque no encontraba solución a mí problema. Ni pagando a los talleres me ayudaron hacer aquellas pruebas que eran fundamentales para comprobar el sistema que mejor funcionara, entre los 7 esquemas que hice. Todos decían que era imposible el sacar algo que valiera y que dejara de romperme la cabeza porque nunca conseguiría nada.
Unos por desconocer ese tema tan difícil y otros por mucho trabajo, nadie quiso trabajar en mi proyecto. Algunos ni me atendieron para que les explicara lo que yo sabía que se podía hacer. Ya había hecho siete proyectos distintos para ir probando y entre ellos alguno tenía que funcionar, porque al final así fue. Mucho trabajo, mucha amargura porque me encontraba solo en este proyecto, y sin ayuda de nadie. Lo pase fatal para conseguir lo que tan necesario era para resolver el problema de mi vida, como es el no poder ni comer y con solo 20 años, aturdido de tanto sufrir y sin saber adonde iba llegar con todo aquel inmenso trtabajo que yo desconocía, ya que mi oficio siempre había sido de minero y no sabia nada de trabajos de mecánica y mucho menos de soldar.
Bien claro queda que el que no tiene pan ya ceno. Ni pidiéndoles pòr fabor además de pagarles, me ayudaron, así ocurrio y así lo hay que decir. Por esas cosas y muchas más hay por el mundo gente abandonada y sin recursos, pasándo hambre y mil necesidades que se podrían resolver.
Después de todo lo ocurrido, algunas veces no hay mal que por bien no venga. Aquel serio problema, valió para que me decidiera a aprender a soldar y hacer trabajos de taller en mi casa. Compre un grupo de soldar con la eléctrica y un soplete para soldar con la autógena y calentar algunas piezas para trabajarlas con más facilidad. Con mucha pacienmcia hasta que consegui mi meta, el popder fabricar en mi casa, lo que serian mis nuebas manos de acero, para poder trabajar y no depender de nadie y sentirme libre como los demás hombres. La libertad están necasaria como la propia vida, hasta los animalitos la necesiotan.
Esta dura historia nos demuestra que con lucha y mucho trabajo se pueden conseguir grandes cosas, si no te das por vencido y te quedas tirado en la cuneta.
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